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Nueva 'batalla' por el agua del Ebro

La Generalitat propone abastecer del río a cuatro localidades que se hallan fuera de su cuenca, lo que provoca reacciones diversas en Aragón y Valencia

Nuevo episodio de la guerra del agua. El Gobierno catalán, a través de la Agencia Catalana del Agua (ACA) ha solicitado que se ceda agua de la cuenca del Ebro a cuatro poblaciones (Montmaneu, Santa Coloma de Queralt, Les Piles y Forès) que pertenecen a las cuencas internas de Cataluña. Montmaneu está en la provincia de Barcelona y las otras tres, en la de Tarragona. Se trataría de una cesión provisional para garantizar el abastecimiento de estas localidades, pero el Gobierno valenciano vio ayer una ventana abierta a sus aspiraciones de recibir, también, agua de Ebro algún día. De ahí que sus representantes en al Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) se apresuraran a votar favorablemente la propuesta catalana. También lo hicieron los vascos y, claro, los catalanes. La Rioja y Aragón dieron un "sí condicionado", según el consejero de Medio Ambiente del Gobierno aragonés, Alfredo Boné.

Al tratarse de una cantidad escasa, la decisión la tomará el Ministerio

La decisión, explicó ayer el presidente de la CHE, Rafael Romeo, depende ahora del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Medio Marino, ya que se trata de poca cantidad (un hectómetro cúbico, que saldría del canal Segarra-Garrigues).

Tres de los cuatro municipios tienen su núcleo urbano fuera de la cuenca del Ebro (aunque parte de su territorio sí pertenece a la misma) y el cuarto tiene su núcleo urbano compartido entre la cuenca del Ebro y las cuencas internas catalanas. La junta de la CHE analizó la propuesta de la ACA y decidió que se daban las circunstancias previstas en la normativa que señala: "Se podrán autorizar transferencias de pequeña cuantía entre diferentes ámbitos territoriales de planificación hidrológica (...) siguiendo las siguientes reglas: a) El Ministerio de Medio Ambiente podrá autorizar las transferencias cuyo volumen anual no supere la cuantía de un hectómetro cúbico".

El presidente de la Generalitat, José Montilla, rechazó que se trate de un trasvase. Ni siquiera se trata, ironizó, de un minitrasvase, aunque se trate de aportar agua del Ebro a poblaciones situadas en otras cuencas. De hecho, precisó un portavoz del Ejecutivo catalán, "es casi la única posibilidad de abastecer a estas localidades. La otra vía son las cubas de agua y no parecen el mejor sistema".

No es de la misma opinión el consejero Boné, que ayer afirmó que la ACA "no ha justificado la necesidad de trasvasar agua de la cuenca del Ebro a los cuatro municipios. La Agencia Catalana del Agua", añadió, "ni ha presentado un estudio de necesidades, ni ha explicado por qué es necesario un trasvase para abastecer de agua a esos cuatro municipios".

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El consejero de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda de la Comunidad Valenciana, Juan Cotino, expresó su apoyo a lo que, para él, es un trasvase en toda regla. Señaló que su Gobierno apoya estos trasvases, previstos en el Plan Hidrológico Nacional que derogó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Cotino, dijo estar "de acuerdo en que se lleve agua desde zonas en las que sobra hasta las que falta, por eso no entiendo por qué niegan el agua excedentaria del Ebro".

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