Muere arrollada por un camión una usuaria del Bicing en la calle Diputació

Lo que es vox pópuli entre los ciclistas urbanos de Barcelona, que las intersecciones de los carriles bici del Eixample son peligrosas, se puso de manifiesto ayer a primera hora de la tarde. Una ciclista de 49 años murió al chocar con un camión en la confluencia de las calles de Aribau y de la Diputació, en pleno centro. La mujer circulaba con una bicicleta del sistema público, el Bicing, por un carril bici no segregado, es decir, una vía pegada a los carriles por los que circulan coches y motos, pero diferenciada del resto solo por balizas de goma de unos 10 centímetros de alto.

El Ayuntamiento no informó de las circunstancias del accidente. La policía local lo investigaba, justificaban fuentes municipales, que añadían que el conductor dio negativo en el control de alcoholemia. En 2010 hubo un accidente mortal en este mismo carril bici, en la confluencia con Tarragona, recuerda el presidente del Bicicleta Club de Catalunya (BACC), Joan Valls. El de ayer es el segundo accidente que sufre un usuario del sistema público Bicing.

En la esquina de Aribau no hay señalización vertical del carril bici

La peligrosidad de este carril bici, como el de la paralela calle del Consell de Cent, aparece en las intersecciones, cuando las bicicletas continúan su trayectoria en línea recta y los vehículos giran en dirección a montaña en el caso de ayer o en dirección mar en la calle Consell de Cent. Pese a la señalización horizontal, una franja roja pintada en el suelo que alerta de la presencia del carril bici en toda la intersección, justo en la esquina de Diputació con Aribau no hay señal de tráfico vertical que advierta del paso de bicicletas antes del semáforo. La hay cruzado Aribau, no antes.

El accidente se produjo a las 15.36 horas y la Guardia Urbana cortó el tráfico, porque el camión quedó cruzado en pleno chaflán, lo que indica pretendía girar y no vio a la ciclista. "Hay que ir con cuatro ojos, sobre todo cuando se trata de un vehículo alto y el conductor igual no te ve", alertaba Miriam Gásquez, ciclista que pasó por el lugar poco después de los hechos. "La bicicleta estaba arrugada como una croqueta y el camión ha pisado con las ruedas delanteras a la mujer", añadía. Los comerciantes del entorno aseguran que los bocinazos y frenazos son frecuentes en la esquina donde se produjo el accidente.

Según los últimos datos de siniestralidad del Ayuntamiento, en 2010 hubo 17.336 accidentes. De ellos, 414 con bicicletas implicadas, el 19% menos que en 2009. En el mismo año se registraron 39 muertes por accidente en la ciudad, de las que dos fueron de ciclistas, aunque el Ayuntamiento no podía explicar ayer si las biciletas pertenecían al Bicing o eran de particulares.

El año pasado murió otro ciclista. El sistema público Bicing contaba en 2010 con 117.000 usuarios.

El presidente del BACC, Joan Valls, recuerda que, como en el de ayer, los dos accidentes de 2010 tuvieron en común que se produjeron entre bicicletas y vehículos pesados que impactaron contra los ciclistas al girar. Valls alerta de la poca señalización en las intersecciones del Eixample y recuerda que "cuando uno gira pierde la prioridad", por lo que pide que se mejore la señalización y se conciencie al colectivo de transportistas, como ocurre en el Reino Unido, Dinamarca y Alemania. Valls recuerda que en Barcelona, precisamente en los carriles que cruzan la cuadrícula del Eixample, se ensayó que las bicicletas pudieran salir de los semáforos más avanzadas (como de hecho hacen muchos ciclistas de forma instintiva para que los coches les vean), pero la medida se desechó sin presentar ningún estudio al respecto. De ahí que insista en la cuestión y pida más inversión para mejorar la red de carriles bici.

El accidente de ayer coincidió con el estreno de las nuevas tarifas del Bicing, cuyo abono ha subido nueve euros y cuesta 44. Del incremento, el Ayuntamiento destina cuatro euros a un seguro obligatorio que cubre daños propios y a terceros.