Herta Müller: una parodia
En torno al monumento a los caídos han crecido rosas. Forman un matorral tan espeso que asfixian la hierba. Son flores blancas y menudas, enrolladas como papel. Y crujen. Está amaneciendo. Pronto será de día. Me gusta la frase corta, enérgica, nerviosa. Sujeto, verbo y predicado. Y ya está. Al carajo la frase larga de Goethe. Más aún la de Thomas Mann. Qué se habrán pensado. Siempre chuleando. Hijos todos de Mallarmé. Y de Wagner. La frase corta apenas dice nada. De modo que menos problemas. Al carajo la frase larga.
El molino ha enmudecido. Las paredes y el tejado han enmudecido. Y las ruedas también. Windisch ha pulsado el interruptor y apagado la luz. Ya es de noche entre las ruedas. Dale con las ruedas. Es mi estilo. A quien no le guste, que se apañe. Total, la frase larga sólo sirve para enunciar tesis complicadas. No veo por qué la literatura debe poseerlas. Esta frase es demasiado larga. Voy a suprimirla. Ideas no me faltan, créanme. Me han hecho una entrevista para un periódico español, y he conseguido llenar tres páginas sin citar ni a un sólo escritor.
Los huertos son de un verde penetrante. Las vallas nadan en pos de sombras húmedas. Los cristales de las ventanas se deslizan desnudos y fulgurantes de casa en casa. Esta frase es demasiado larga. La quitaré. Me han dado el Premio Nobel. Me he quedado muda. Antes ya estaba muda, o casi. Intelligenti pauca: lo leí en algún sitio. El mundo no es tan complicado como creen algunos. La frase debe ser la sombra de esta sencillez. Podría haber escrito versos. O pulsar enter tras cada punto y seguido. Todas mis frases caben en un verso. Les habría faltado ritmo y rima, pero eso también son zarandajas. Frase corta. Impresiones vibrantes. Puntillismo.
El hombre es un gran faisán en el mundo. Esto sólo tiene sentido en lengua rumana; y tiene otro sentido, opuesto, en alemán. En español, no tiene ninguno. Ya se apañarán. Podrían haberlo traducido de otro modo. Frase corta. No soporto las subordinadas. En el fondo, supongo que no soporto ni a Goethe, ni a Mann, ni a Musil, ni a Canetti: siempre adoctrinándonos. Esta frase es demasiado larga; hay una tesis. La quitaré. El mundo es sencillo. Está mal hecho, pero es así. Me he quedado muda. Más que Azorín. Basta por hoy.
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