ERC salva los muebles, pero no frena la sangría de votos

Esquerra Republicana (ERC) consigue remontar el vuelo, pero a medias. Los republicanos han logrado mantener el tipo y conservar los tres diputados que tenían hasta ahora en el Congreso, un resultado que desde ERC se ve como un gran éxito, ya que unos meses atrás las encuestas no aseguraban ni tan solo un escaño. Pero los republicanos no han podido taponar la sangría de votos iniciada hace cuatro años. Con el 99,9% escrutado, ERC logra tres diputados y 243.857 votos, pero se deja en el camino 48.000 sufragios respecto 2008. Si estos resultados se confirman -podría perder el escaño de Girona en favor del PSC-, Alfred Bosch y Joan Tardà (Barcelona) y Teresa Jordà (Girona) serán los representantes republicanos en el Congreso.

ERC estuvo caminando por la cuerda floja toda la noche, ya que el tercer diputado estuvo bailando hasta el último momento, en algún instante por solo cinco votos. "Muchos nervios", confesaba el expresidente Joan Puigcercós por los pasillos de la sede republicana, lugar escogido por el partido para seguir la evolución de los resultados. Con tres diputados, los republicanos podían presumir de haber salvado los muebles en poco tiempo y sacar pecho de la remontada conseguida en solo unas semanas, ya que el novato Alfred Bosch fue nombrado candidato el 17 de septiembre. Bajar a dos diputados significaría repetir otro tropiezo electoral. Pero no todo el pescado está vendido y el resultado final depende del voto por correo del extranjero y reclamaciones de última hora. Así se podría repetir el escenario de las municipales en que, días después de las elecciones, ERC se quedó fuera del Ayuntamiento de Girona por un solo voto.

Sin resultados definitivos, Bosch salió a valorar los resultados, rodeado de la plana mayor del partido, pero con aplausos moderados y contenidos, conocedores de que habían parado el golpe a medias. De hecho, a medida que avanzaba la campaña, los sondeos otorgaban mejores resultados y el optimismo en el partido crecía hasta considerar los cuatro diputados. Bosch aseguró estar "satisfecho" por los resultados, que consideró "favorables y prometedores". "La recuperación se ve", añadió el candidato.

Y es que para Esquerra estas no eran unas elecciones convencionales. Los republicanos, además de sus asientos en el Congreso, ponían a prueba su nueva etapa liderada por Oriol Junqueras. El partido se vio forzado a impulsar un proceso de renovación hace un año. El primer aviso serio lo recibió ERC en las generales de 2008, cuando perdieron más de la mitad de los votos (de 640.000 a 291.000) y pasaron de ocho diputados a los tres actuales (resultados considerados entonces catastróficos y a los que se culpabilizó al cabeza de lista, Joan Ridao). La espiral de malos resultados avanzó como un huracán hasta las autonómicas de 2010, donde el partido se dejó la mitad del electorado, quedándose con 10 diputados. El remate que llevó el partido al abismo llegó en las municipales de mayo (se perdieron 80.000 votos y 200 concejales). Los resultados precipitaron la dimisión en bloque de la dirección.

Pero la etapa de renovación del partido iniciada por su presidente, Oriol Junqueras, todavía no ha conseguido cuajar y volver a atraer al electorado independentista, que en los últimos años ha optado por nuevas formaciones soberanistas.