Dudas del Ayuntamiento sobre el nuevo centro de arte
El proyecto de Tresserras vuelve a agitar a la profesión
"Estamos más que dispuestos a colaborar, pero la improvisación que marca todo este tema lo hace difícil. Por el momento, no hay un acuerdo ni nada que se le parezca. Antes hay que tener una propuesta. Entonces podremos valorarla y decidir". Jordi Martí, delegado de Cultura del Ayuntamiento, expresó así sus dudas sobre el proyecto del nuevo centro de arte anunciado anteayer por el consejero de Cultura, Joan Manuel Tresserras.
Tresserras quiso cerrar la crisis abierta con la reconversión del Centro de Arte Santa Mónica (CASM) antes de que el nuevo director, Vicenç Altaió, presentara su programa. Por ello comunicó que ya había conseguido un espacio, el edificio Imagina, y que a principio de año se convocaría un concurso internacional para escoger el director. "No estábamos informados de la sede elegida y nadie del Ayuntamiento ha ido a verla. De todos modos, no lo veo como centro de arte, me parece más idóneo para una sala de exposiciones. Un centro de arte requiere un espacio con su propia identidad", indicó Martí, apuntando que el Ayuntamiento ofreció el canódromo, descartado por requerir una gran inversión. Otro espacio que se barajó fue la Sala Metrònom, del coleccionista Rafael Tous, que, según trascendió, llegó a pedir un alquiler inviable, de 30 euros mensuales el metro cuadrado.
A propósito de las relaciones con el Ayuntamiento, fuentes del departamento confirmaron: "Se están llevando a cabo conversaciones para definir el modelo de gestión del centro y constituir un consorcio, como hicimos en Lleida, Vic, Girona y Tarragona". De esta forma Cultura responde también a las especulaciones acerca del presupuesto del nuevo centro, ya que las aportaciones se definirían en el marco del consorcio, en función de la implicación de cada institución.
"Sacado de la manga"
En un comunicado, la plataforma Cultura de Base (www.culturadebase.net), que reúne el sector más crítico con el departamento, a la espera de conocer y evaluar el nuevo emplazamiento, insiste en denunciar la irregularidad del proceso y la actitud de Tresserras. Según la nota, "hacer desaparecer un centro de arte, sacarse otro nuevo de la manga que nadie le había pedido, dotarlo de casi tres veces más de presupuesto para lograr una presencia social que lo legitime" y "nombrar a un director que ya trabaja en el propio departamento" indica la voluntad de dar "un golpe de timón a un barco que el consejero considera propiedad administrativa y no vehículo de expresión de la pluralidad social". En cambio, Pilar Parcerisa, presidenta de la Asociación de Críticos de Arte de Cataluña, indicó que el departamento "está demostrando la voluntad de resolver la crisis y empezar la refundación del centro de arte de Barcelona". Por su parte, Florenci Guntín, secretario de la Asociación de Artistas Visuales de Cataluña (AAVC), afirmó que "en el Parlament quedó demostrada la absoluta soledad de Tresserras". La AAVC celebrará el lunes las elecciones de la nueva junta de gobierno. Sólo hay una candidatura, por lo que el nuevo presidente será el artista multimedia Joan Fontcuberta.
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