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La Diputación de Barcelona gasta 2,5 millones en asesores para los partidos

Los 51 diputados provinciales se reparten 46 cargos de confianza

La Diputación de Barcelona, la tercera institución de Cataluña en términos presupuestarios (661 millones de euros), pasará a manos CiU tras 32 años de hegemonía socialista. Los resultados de las elecciones municipales, sin embargo, obligan a los nacionalistas a pactar con el PSC o el PP para garantizarse la mayoría.

Ni en los mejores tiempos de Jordi Pujol había gozado CiU de tanto poder: la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y las cuatro diputaciones provinciales. En el caso de Lleida, Tarragona y Girona, con mayoría absoluta. La de Barcelona es un botín especialmente generoso que permitirá al partido repartir 661 millones a través de una gestión que genera poco desgaste político y muchas complicidades en el territorio.

El presidente cobra 128.581,88 euros, uno de los sueldos públicos más altos

La Diputación de Barcelona se conoce en círculos políticos como la menjadora (el comedero), nombre derivado del gasto en asesores, que la institución provincial intentó limitar fijándolo en 50. El presupuesto de este año destina 2,53 millones a sueldos de "personal eventual de confianza" de los partidos políticos. Son unos fondos que se reparten todas las fuerzas presentes en el pleno, lo que les permite contratar a cargo del erario público.

Son 46 asesores de confianza para 51 diputados, cuyo reparto cambiará tras el 22-M. Hasta entonces, 22 cargos eran del PSC, 9 de CiU, 7 de Iniciativa, 5 del PP y 4 de ERC. Cada asesor cuesta a los contribuyentes 55.130 euros anuales. La institución se ha apretado el cinturón en esta partida, rebajándola al nivel de 2008: en 2010 había presupuestados 2,7 millones y en 2009 el gasto ascendió a 3,32 millones.

CiU se prepara para gestionar este montante. En el aire está el nombre del presidente de la diputación. En las quinielas parte bien posicionado Salvador Esteve, alcalde con mayoría absoluta de Martorell (Baix Llobregat) y presidente de la Asociación Catalana de Municipios. Mercè Conesa, alcaldesa de Sant Cugat y actual vicepresidenta de la diputación, y Josep Rull, candidato de CiU en Terrassa, también tienen opciones. A la visibilidad del cargo acompaña un sustancioso sueldo: 128.581,88 euros brutos al año, o lo que es lo mismo: 14 mensualidades de 9.184,42 euros. La nómina es una de las más altas que puede cobrar un cargo público en Cataluña. El presidente de la Generalitat recibe 144.030 euros al año y los consejeros del Ejecutivo catalán cobran menos que el presidente de la Diputación de Barcelona: 108.576 euros anuales. El reparto de poderes y la configuración de los pactos que alcen a CiU al gobierno provincial completarán el resto de los altos cargos. Los vicepresidentes recibirán 96.896 euros brutos al año.

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La Diputación de Barcelona gastará en 2011 más de 10 millones de euros entre personal directivo y cargos de confianza. La institución emplea a 5.000 funcionarios, sumando los que trabajan en agencias, organismos y otras empresas dependientes de la diputación. Los sueldos suponen el 35% de los 661 millones del presupuesto anual.

CiU entrará en la diputación con la intención de cambiar su funcionamiento y reorientar sus inversiones. El director de campaña de la coalición, Lluís Corominas, dijo en una entrevista en TV-3: "La diputación no debe ser un instrumento político. Queremos menos estructura y más dinero para los Ayuntamientos". El tiempo dirá si, con la mayoría en sus manos, el recorte llegará también a los asesores de los partidos con sueldo público.

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