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10.000 millones en vías de tren

Fomento y Generalitat dan prioridad a instalaciones ferroviarias

El futuro será del tren. Esta afirmación, que hace apenas 15 años sólo sustentaba la izquierda teñida de ecologismo, es hoy asumida por todas las formaciones con posibilidad de gobernar. Y el resultado se puede ver en el conjunto del área metropolitana de Barcelona: las obras ferroviarias (Cercanías, alta velocidad, mercancías, metro, Ferrocarrils de la Generalitat,) suman inversiones que superan los 10.000 millones de euros (sin contar la línea de AVE al norte de Barcelona y hasta la frontera). Son casi un centenar de nuevos kilómetros, a los que hay que unir las mejoras en las instalaciones ya existentes.

Y se podría añadir que a principios de verano el Ministerio de Fomento anunció que antes del otoño licitará la estación de la Sagrera, por un importe de 638 millones de euros.

La parte del león corresponde a la línea 9, toda ella en ejecución. La inversión aprobada suma 6.929 millones de euros. Tres subtramos (los del extremo norte de la Sagrera a Santa Coloma y Badalona) serán inaugurados el próximo año; sin embargo, para el resto de la línea, más de 40 kilómetros en total, habrá que esperar hasta el año 2014, aunque es posible que algún tramo se adelante a 2012.

En la misma zona (entre Pep Ventura y Badalona) se trabaja en la prolongación de la línea 2, con un horizonte de final de obras para el año que viene. Esta misma línea, que en su otro extremo tiene ahora el final en Paral·lel, tiene ya el proyecto redactado para su prolongación hasta el aeropuerto, con un presupuesto de más de 500 millones de euros, de momento sin financiación decidida.

No menos ambiciosa es la prolongación de la línea 1 en sus dos extremos. Desde Fondo (Santa Coloma) está en estudio llevarla hasta el centro de la vecina Badalona, y en la zona sur el objetivo es llevar la línea que ahora acaba en Bellvitge hasta El Prat y Sant Boi de Llobregat.

La línea 3 también tiene prevista una prolongación, con los estudios de trazado en fase muy avanzada. Se trata de llevarla desde la estación de Zona Universitària, donde ahora termina, hasta la comarca del Baix Llobregat, cruzando las localidades de Esplugues y Sant Just, hasta llegar a Sant Feliu de Llobregat.

En esta ciudad, las obras de la línea 3 pueden terminar coincidiendo con el soterramiento de la vía de Renfe, ya aprobado, que supondrá un transformación radical en su urbanismo. En el plan director de infraestructuras figura también prolongar el tranvía hasta el centro de la ciudad, aunque los diversos operadores se preguntan si hay demanda para tanto transporte público de alta capacidad.

Estas grandes obras se concentran en el metro, pero no son las únicas en marcha en el sector ferroviario. Ferrocarrils de la Generalitat, empresa pública dependiente del Gobierno catalán, tiene en marcha la conversión de sus dos grandes líneas (Baix Llobregat y Vallès) en metros reales, con frecuencias medias de en torno a seis minutos en hora punta. Y no sólo eso: las inversiones en las prolongaciones en marcha en Sabadell y Terrassa superan los 500 millones de euros. En el caso de Terrassa, el final de las obras está previsto para finales del año 2010, y la terminación de las obras de Sabadell tiene un horizonte más lejano: el 30 de noviembre de 2011.

En fase de redacción de proyecto están también la construcción de una nueva estación entre Cornellà y Sant Boi, la prolongación desde Reina Elisenda hasta Sant Joan de Déu y, sobre todo, una cola de maniobras en la plaza de Catalunya que permita a los trenes entrar y salir sin tener que esperar como ocurre ahora, paso imprescindible para la mejora de las frecuencias en las líneas del Vallès, Sarrià y Sant Gervasi.

Un plan director periclitado

El transporte público metropolitano se planifica de forma mancomunada entre las diversas administraciones, representadas en la Autoridad Metropolitana del Transporte (ATM). Hasta la formación del tripartito, la ATM era lugar de confrontación entre el Gobierno catalán (51% en el organismo), entonces en manos de CiU, y los municipios, mayoritariamente socialistas o ecosocialistas. Desde el tripartito, la ATM gestiona más que planfica y la discrepancia ha desaparecido en su interior. Hasta tal punto que el Gobierno catalán (el presidente es el consejero Joaquim Nadal) hace y deshace sin tenerla en cuenta.

Hay un plan director para el transporte aprobado a principios de esta década y vigente hasta 2010. Debería haberse revisado en 2005. Sobre el papel, no se hizo. En la práctica, el territorio está lleno de proyectos y de obras que no figuran en el plan, y hay no pocos dibujos del mismo que nunca verán la luz, porque se están haciendo cosas diferentes. Hace tres semanas, casi clandestinamente, se aprobaron alguns modificaciones,

En el plan vigente no figura la prolongación de la línea 3 hasta Sant Feliu. En cambio, había una línea, la 12, que debería haber prolongado la de Sarrià de Ferrocarrils hasta Castelldefels, pasando por Sant Feliu, Sant Joan Despí, Cornellà y Sant Boi. Ya no existe; en su lugar, Fomento construirá la línea de Cercanías de Castelldefels a Cornellà.

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