El astillero de Sevilla construye su primer buque tras la privatización de la empresa
La carga de trabajo demandará mil empleos de la industria auxiliar a corto plazo
Los operarios del astillero de Sevilla han iniciado los trabajos del primer buque que construirán tras la privatización de la factoría, ahora propiedad del Astillero de Huelva. Ayer, se realizó la puesta de quilla de este buque porta-contenedores que tiene prevista su entrega a finales de año. Es el primero de los dos barcos encargados por el grupo danés Clipper, que firmó el pedido con el centro de Huelva pero cuyos propietarios han desviado el encargo a la factoría sevillana. La empresa prevé una demanda de empleo, que elevará a 210 los 190 puestos actuales, y otros 1.000 de la industria auxiliar.
La construcción del primero de ellos supondrá una carga de trabajo de unas 750.000 horas, lo que conllevará una demanda de empleo importante. Actualmente la plantilla esta compuesta por 190 operarios y en breve se incrementará a 210. A esto hay que añadir que en los próximos tres meses la dirección del astillero calcula que serán necesarios otros mil trabajadores de empresas auxiliares. Cifra que podría incrementarse en 500 en varios años.
Para hacer frente a la falta de personal, el astillero mantendrá contactos con la Consejería de Empleo con el fin de iniciar cursos de formación dirigidos a la especialización en construcción naval. Las clases se darían en la propia factoría, como ya se hizo en el pasado. "Tenemos graves problemas para encontrar gente especializada. Las personas que estamos abogando serían jóvenes sin empleo o de formación profesional, para desarrollar oficios propios de la construcción naval y que, además, garantizaría a cualquiera de ellos que si se marchan del astillero, tendrían colocación en cualquier otro sitio", explicó el director del astillero de Sevilla, Francisco Gallardo, quien añadió que encontrar gente especializada, como tuberos o calderos, "es dificilísimo", por ello "la ayuda que estamos pidiendo a la Junta y a los sindicatos, es poner en marcha cuanto antes estos cursos y poner en valor a personas recién formadas".
Otro de los pedidos en firme que tiene el Astillero de Sevilla es la construcción de la esclusa. En las próximas semanas comenzaran a cortarse los materiales necesarios para hacer las nuevas compuertas. Su conclusión, prevista en 2009, permitiría la construcción de barcos de mayor calado.
Por otro lado el presidente del consejo de administración, Rafael Gómez, resaltó las conexiones entre el astillero de Huelva y el de Sevilla, aunque este ultimo sea "muy superior" y el más relevante de España. Aunque legalmente son dos empresas diferenciadas, se pretende realizar "acciones conjuntas" con una única oficina técnica comercial para buscar armadores y futuros contratos.
A los dos barcos contratados actualmente, hay que sumar el contrato para construir un buque tipo RO-PAX Ferry, encargado por la compañía finlandesa Viking Line y que está pendiente de ser ratificado. Otra de las negociaciones abiertas se centra en otros dos buques que cuentan con una dimensión de manga de 29,5 metros, y que debido a sus medidas necesitarían contar con la finalización de la nueva esclusa.
Otra de las claves de futuro es la puesta en valor del dique seco, que está inutilizado desde hace 20 años. Las obras y la incorporación de una grúa pórtico, significaría una inversión de unos 9 millones de euros. A ello se le unirían las dos gradas existentes, que permitiría asumir nuevos contratos.
Y para completar los proyectos de futuro, está la apuesta por el diseño de barcos. Con ello, según Gallardo, se pretende diferenciarse de los competidores creando "una especie de boutique del mar", y ganar cuota de mercado.
Sobre la adaptabilidad de la plantilla al pasar del sector público al privado, ha sido completa, según Rafael Gómez. Las previsiones son que este año concluya con pérdidas por los costes que ha supuesto recuperar la operatividad de la fábrica.
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