Medio Ambiente restringe el uso del alumbrado en playas y monumentos

La Consejería de Medio Ambiente aprobará en junio un nuevo reglamento para luchar contra la contaminación lumínica. El texto -que ahora está en el Consejo Consultivo- impondrá restricciones a los ayuntamientos para evitar el despilfarro en el alumbrado ornamental y de las calles. Se trata del desarrollo de la Ley de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental y fija las bases sobre las que los consistorios tendrán que luchar contra este fenómeno.

El reglamento establece un horario nocturno durante el que se limitará el impacto lumínico. Entre las 24.00 y las 7.00, en invierno, y entre la 1.00 y las 6.00, en verano, tendrán que estar apagados, por ejemplo, los carteles, vallas y anuncios publicitarios luminosos. Sólo podrán permanecer encendidos los que "cumplan una función informativa de posición y existencia de lugares en los que se presten servicios de interés social" y sólo cuando estos lugares se "encuentren operativos". Además, según la Consejería de Medio Ambiente, todos los dispositivos para la publicidad y señalización deberán "emitir el flujo luminoso de arriba hacia abajo" para minimizar así la contaminación.

El Gobierno andaluz destinará 1,5 millones a renovar el alumbrado

El reglamento también impondrá limitaciones al alumbrado ornamental de los ayuntamientos, que "permanecerá apagado en la franja de horario nocturno". Al igual que en el caso de la publicidad, las luminarias que se utilicen para los monumentos deberán proyectar el flujo desde arriba hacia abajo. No obstante, Medio Ambiente ha incluido salvedades: los ayuntamientos "podrán establecer excepciones para la iluminación de inmuebles o ámbitos de especial interés histórico y cultural".

La nueva norma también eliminará la iluminación de playas y costas, "a excepción de aquellas integradas física y funcionalmente en los núcleos de población".

La contaminación lumínica no es sólo un problema para románticos que echan de menos los cielos estrechados. También es un asunto de eficiencia, despilfarro energético y de emisiones. La Junta estima que con las restricciones impuestas en el reglamento se logrará una reducción de 87.170.000 kilovatios hora al año, el equivalente a dejar de emitir a la atmósfera 37.400 toneladas de CO2.

Este tipo de contaminación también provoca alteraciones en los ciclos vitales y comportamientos de especies animales y vegetales. Respecto al impacto en los seres humanos, la denominada "intrusión lumínica" en los domicilios puede desencadenar fatiga visual, ansiedad y alteraciones del sueño, según detalla Medio Ambiente. El reglamento que aprobará la Junta prevé restricciones en el alumbrado de nueva instalación de las calles para "minimizar" los efectos de la luz intrusa sobre los ciudadanos. Respecto a la renovación de la iluminación de los municipios, la Junta está ultimando una orden de incentivos de 1,5 millones de euros para que las pequeñas localidades puedan cambiar este tipo de instalaciones. El reglamento fija que "se deben utilizar luminarias con un diseño tal que proyecten luz por debajo del plano horizontal". Y no se podrá proyectar hacia el cielo o hacia las "fincas colindantes".

La aprobación del reglamento también supondrá la zonificación de los municipios andaluces. La norma prevé establecer cuatro categorías: áreas oscuras (E1), áreas que admiten flujo luminoso reducido (E2), áreas que admiten flujo luminoso medio (E3) y áreas que admiten flujo luminoso elevado (E4). En cada una de estas zonas se impondrán restricciones y niveles de iluminación. Lógicamente, las condiciones más duras serán para las áreas E1, donde, por ejemplo, no se podrán instalar o emplear rótulos luminosos.

Tras la entrada en vigor del reglamento, los ayuntamientos tendrán seis meses para presentar las propuestas de declaración de las zonas E1 de su término municipal. Será la Consejería de Medio Ambiente la que tenga la última palabra y la que, en otros seis meses, deberá establecer las áreas oscuras de los municipios andaluces. Luego, se fijarán el resto de zonas. Además, la Junta también elaborará una ordenanza municipal tipo para unificar la normativa de los ayuntamientos sobre este asunto. Cataluña fue la primera comunidad que aprobó un reglamento de este tipo. Fue en 2005, pero la Generalitat ha tenido problemas a la hora de desarrollarlo por algunos defectos en la tramitación.

Paralelamente al desarrollo de la normativa, la Administración autonómica va a poner en marcha una campaña para la medición de la contaminación lumínica en Andalucía.