Griñán encalla en las cajas
La estrategia política del Gobierno andaluz por Cajasur sufre un fuerte revésEl PSOE "no comparte" la decisión del Banco de España
Desde ayer la entidad Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK) tiene 474 oficinas más en Andalucía, todas las de Cajasur. La apuesta del Gobierno del socialista José Antonio Griñán para que la cordobesa permaneciera en casa y lograr así la gran caja andaluza ha encallado. Si esto fuera el cuento de la lechera, es el segundo cántaro que se le rompe en pocos días: ya le dijo adiós a CajaGranada en su SIP con cajas foráneas y ahora a Cajasur. Sólo quedan bajo el control andaluz Unicaja y Cajasol.
BBK ha presentado mejor oferta que Unicaja, ha pedido menos ayudas públicas (392 millones de euros frente a unos 550 de la malagueña) y el Banco de España que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez se la ha entregado, como se venía advirtiendo desde el primer minuto, al mejor postor.
El Gobierno andaluz se ha arriesgado con una estrategia basada en la pura política y a decir de muchos "errónea", demasiado "ostentosa", "inútil", "torpe" y "temeraria". "Se crea un conflicto institucional entre el Gobierno central y el andaluz, que coloca en una difícil situación a Griñán", opinó ayer Juan Ojeda (PP), ex vicepresidente de Cajasur.
El equipo de Griñán ha presionado todo lo que ha podido -en declaraciones públicas al Banco de España y en privado se ha llamado hasta el despacho de Rodríguez Zapatero- para que Cajasur fuera adjudicada a la oferta de Unicaja, a quien los canónigos cordobeses dieron un portazo - "una especie de suicidio", reconoció el presidente del FROB y subgobernador, Javier Arístegui- la misma noche en la que estaban obligados a aprobar la fusión. Aunque en público los socialistas consideraban que la oferta de Cajasol también tenía posibilidades, nunca fue esa la apreciación real.
El Ejecutivo andaluz ha jugado una carta exclusivamente política y, en ese terreno, ha perdido. La piscina tenia poca agua. Desde el mismo día que lanzó un ataque preventivo contra la posible presencia de Caja Madrid en la subasta, algunos empezaron a pensar que no se podía ni debía dar voces al Banco de España, porque no se tenía ningún control sobre esta institución. Una vez que el FROB intervino Cajasur, la caja cordobesa escapaba de lleno de sus manos y de las leyes autonómicas.
A la advertencia calculada y meditada, sin que mediara pregunta directa alguna, de la portavoz del Gobierno, Mar Moreno, sobre lo "escandaloso" que sería que Caja Madrid, presidida por el ex ministro del PP Rodrigo Rato, acudiera a la puja, le han seguido otras del mismo tenor. El número dos socialista, Rafael Velasco, ha sido el que más se ha expuesto. Días atrás consideró que la salida de Cajasur de Andalucía tendría unas consecuencias económicas "desastrosas" para la comunidad, que era tanto como insinuar que el Banco de España podía adoptar un fallo perjudicial para la economía. E incluso ayer, minutos antes de que la edición digital de EL PAÍS adelantara la venta de Cajasur a BBK, sostuvo que no se le pasaba "por la cabeza" que Cajasur saliera de Andalucía.
También el consejero de Economía, Antonio Ávila, sorprendió con su apelación a la "sensibilidad" del supervisor ante las demandas andaluzas.
La sensación que transmitían ayer muchas de las personas consultadas era la falta de peso político de Andalucía y de su presidente.En este sentido, interpretaban la adjudicación de Cajasur al BBK a las peticiones que Zapatero le hizo al PNV -con un fuerte poder institucional en la caja vasca- en el pasado debate de la nación con vistas a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
Esta visión tenía sus firmes defensores y detractores. "Zapatero ha vendido a Andalucía en función de un pacto con el PNV", decían los primeros; "esto ha sido una subasta pura y dura y el único escenario que se ha contemplado es que nos lo tenían que dar porque sí. Lo que ha habido es un exceso de confianza muy elevado y aquí lo único que ha primado es el criterio económico", aseguraban los segundos.
A partir de ahora, al Gobierno andaluz solo cuenta con dos piezas para su proyecto de una gran caja andaluza: la unión de Unicaja y Cajasol. Al menos ayer no se oyó ningún reproche o queja hacia los presidentes de estas dos entidades, Braulio Medel y Antonio Pulido, en las reuniones que mantuvieron miembros del Gobierno y del PSOE en la Casa Rosa. Las miradas se dirigieron más hacia Fernández Ordóñez. Tampoco parece que después de este jarro de agua fría, el Gobierno vaya a apretar el acelerador cuando, además, las cuentas de resultados de las dos entidades andaluzas no necesitan acudir a las ayudas públicas ni tienen por qué precipitarse en el ritmo de la carrera de fusiones que ha impuesto el Banco de España.
El presidente de la Junta, José Antonio Griñán suspendió ayer su agenda, que comenzó en los micrófonos de Canal Sur Radio donde aseguró que si Unicaja se quedaba con Cajasur sería "restablecer el orden ilógicamente perturbado". A esa hora, sobre las nueve de la mañana, el Gobierno andaluz no tenía ni idea de lo que la noche anterior había decidido la comisión del FROB que propuso a la BBK como vencedora. Griñán ha convocado para hoy una conferencia de prensa en la que hará una valoración.
Ayer, la posición de los socialistas la expresaron el consejero de Economía, Antonio Ávila, y el vicesecretario general del PSOE, Rafael Velasco, a través de una nota de prensa. Sus respuestas fueron muy diferentes. Ávila, muy tibio, contestó a 15 preguntas. Negó cualquier fracaso en la estrategia de Griñán y exculpó a los presidentes de las dos cajas andaluzas de cualquier responsabilidad. "El Gobierno andaluz cuando trabaja por los intereses de Andalucía nunca cree que ha fracasado", dijo el consejero, quien también rechazó cualquier cambio en la hoja de ruta diseñada por el presidente andaluz para fortalecer el sistema financiero. Eso sí, dijo que estará encima de los planes diseñados por la BBK.
Al PSOE la decisión del Banco de España no le gustó nada. La respeta, pero no la comparte, dijo Velasco en un comunicado de prensa que tardó en hacerse público. El número dos del PSOE enfocó hacia Fernández Ordóñez: "La oferta de Unicaja era sólida y solvente, como dijo en el Congreso el gobernador del Banco de España". Opinó que "lo mejor" para Andalucía hubiera sido una salida andaluza y que el PSOE antepondrá los intereses andaluces "ante cualquier persona o institución, cueste lo que cueste", la misma expresión que empleó Zapatero en el Congreso para subrayar su determinación de continuar con las reformas.
Frente al tono aguerrido del coordinador de IU, Diego Valderas, ("han dejado con el culo al aire a Griñán, por su politica incapaz e inútil"); de la andalucista Pilar González ("tiene más fuerza un banquero vasco que el presidente de la Junta"), de CC OO (Carbonero habló de "expolio") y de UGT ("atentado" contra Andalucía), la voz del presidente del PP, Javier Arenas, apenas se elevó. El líder popular, que tiene previsto hoy un acto en Cataluña, bajó el diapasón y se limitó a lamentar que las ofertas andaluzas por Cajasur no hubieran sido las seleccionadas, confió "lo mejor" para los trabajadores y pidió a Griñan una reflexión "muy seria" y un "cambio radical en su conducta en materia de cajas de ahorros porque no se puede ir de error en error".
El fracaso de Cajasur
- 20 de julio. Braulio Medel (Unicaja) y Santiago Gómez Sierra (Cajasur) alcanzan el llamado pacto del Oriza. Las dos entidades cierran un principio de acuerdo de unión.
- 27 de julio. El Consejo de Administración de Cajasur aprueba el inicio de la fusión. El de Unicaja lo hace el 3 agosto.
- 8 de octubre. El borrador de reforma de la ley de Cajas de Ahorros de Andalucía, mantiene los privilegios del Cabildo cordobés: los canónigos no tienen limitación de mandatos y pueden jubilarse a los 75 años. Esto enturbia las negociaciones. A la semana Economía rectifica y borra la bula de los canónigos.
- 19 de octubre. Primer órdago de la Iglesia. A las 10 de la noche Cajasur lanza un comunicado en el que considera "inasumible" la reforma de la ley y considera que "no da cobertura legal al protocolo de fusión". Al día siguiente, los canónigos emiten otro comunicado nocturno en el que reculan y retiran su amenaza de romper la fusión, tras una advertencia de intervención del Banco de España.
- 20 de noviembre. El Banco de España urge a las dos cajas aprobar el plan estratégico.
- 25 noviembre. El informe de Boston Consulting Group cifra las pérdidas de Cajasur en 528 millones. La caja lo rechaza, así como el ajuste de plantilla propuesto. Unicaja lo aprueba.
- 26 de noviembre. El Banco de España amenaza a Cajasur con la intervención y con expedientes a sus directivos.
- 30 de noviembre. Ambas cajas emiten una nota con un principio de acuerdo sobre el plan de negocios, que es ratificado el 1 de diciembre por los consejos.
- 14 de enero. Unicaja toma el mando de Cajasur y nombra a Manuel Azuaga coordinador de la fusión.
- 27 de enero. El consejo de Cajasur reconoce unas pérdidas de 596 millones de euros.
- 24 de marzo. El consejo de Cajasur acuerda de manera unilateral el cese de la interventora. Unicaja responde retirando a su coordinador.
- 6 de mayo. El Banco de España emite un requerimiento para que la fusión de cierre antes del 21 de mayo.
- 21 de mayo. Unicaja aprueba la fusión. El consejo de Cajasur, por mayoría, pide a las 22.36 horas la intervención del Banco de España.
- 22 de mayo. A las 00.00 horas el supervisor anuncia la intervención de Cajasur. El FROB toma posesión de la caja y destituye al presidente y al consejo de administración.
- 24 de mayo. El Banco de España encarga a Nomura la realización de subasta de Cajasur.
- 7 de julio. Unicaja y Cajasol deciden ir por separado a la subasta de Cajasur con ofertas vinculadas entre si.
- 15 de julio. El FROB se reune y eleva a la comisión ejecutiva del Banco de España la propuesta de adjudicar Cajasur a la BBK.
- 16 de julio. El Banco de España adjudica la caja cordobesa a la BBK.
- 16 de julio. Antonio Ávila, consejero de Economía, afirma que el Gobierno andaluz acepta la decisión del FROB y niega que haya fracasado. Asimismo, niega que haya consecuencias para los presidentes de Unicaja y Cajasol, por no haber logrado presentar una oferta conjunta.
- Santiago Herrero, presidente de la CEA, expresa su deseo de que CajaSur siga apoyando al empresariado andaluz, y se ha planteado si el criterio del Banco de España es "estrictamente económico". "Como ciudadano uno se pregunta si serían posibles decisiones de este mismo corte en sentido inverso, que una caja vasca fuera adjudicada a una andaluza".
- Javier Arenas, presidente del PP andaluz, lamentó que ni Unicaja ni Cajasol hayan resultado ganadoras de la subasta de Cajasur, y aprovechó para pedir al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que después de lo sucedido haga una reflexión "muy seria" y adopte un "cambio radical en su conducta en materia de cajas de ahorros porque no se puede ir de error en error".
- Diego Valderas, coordinador de IU, hizo un "llamamiento a la reflexión" de las instituciones y empresarios andaluces sobre la necesidad de "salvaguardar el ahorro andaluz", para que éste "no pierda su objetivo, estar muy volcado con su territorio"
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