921 inmigrantes murieron el pasado año en pateras que venían a España
Un informe de Derechos Humanos rechaza la política de control de fronteras
"Si ahora llegan menos inmigrantes es porque mueren más". Ésta es una de las dramáticas conclusiones que extrae Brigitte Espuche, miembro de Pro Derechos Humanos de Andalucía, tras colaborar en la redacción del informe sobre inmigración clandestina que cada año elabora la ONG.
"Las políticas de control de frontera, cada vez más represivas y crueles hace que las mafias buscan rutas más largas y peligrosas para esquivar la vigilancia", añade Espuche. Según el último estudio, presentado ayer en Sevilla, en 2007 fallecieron 921 personas en su intento de llegar por mar a España.
Ésta es la cifra oficial que recoge el informe Derechos Humanos en la Frontera Sur 2007 tras contrastar los datos de las autoridades españolas y los medios de comunicación. Pero según las estimaciones de los responsables del estudio, el número de fallecidos el año pasado ronda los 3.500 sólo en las costas andaluzas y canarias. "Las organizaciones de los países de origen o de tránsito nos aportan información de decenas de cayucos que se sabe que salieron pero a los que se perdió el rastro".
La estimación, según Espuche, está hecha "más bien es a la baja". "Y no contabilizamos, porque resulta imposible, a las víctimas que cayeron en la ruta que atraviesa el Sahel y se dirige hacia Argelia o Libia", advierte. De las 921 víctimas documentadas, 629 fueron de origen subsahariano, 287 magrebíes y 5 asiáticas. 189 fallecieron o desaparecieron en las costas españolas y el resto, 732, en las africanas. Según el informe, la zona del Estrecho se cobró el año pasado 131 vidas.
El informe de 2006 cifraba en 7.000 las personas que se habían dejado la vida intentando alcanzar las playas españolas. De ellas, 215 murieron a las puertas de Andalucía. La reducción del número de muertos y es sólo consecuencia, según la ONG, de que el número de pateras y cayucos que llegan a su destino también ha descendido, alrededor del 50%.
Pro Derechos Humanos criticó los datos "triunfalistas" aportados por el Gobierno en las semanas previas a las elecciones. "La inmigración no está cada vez más ordenada, sino más silenciada, más clandestina", sostiene la responsable del estudio, quien advirtió asimismo del peligro de que se extienda el "discurso demagogo" que presenta a los inmigrantes como una lacra. "Este enfoque es el que ha legitimado al PP para situar el debate migratorio con una falta absoluta de escrúpulos en la campaña electoral".
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