Edward Kienholz, escultor estadounidense
El controvertido escultor Edward Kienholz, que escandalizó al mundo artístico con algunas de sus obras, desgarradas o explícitamente eróticas, falleció el viernes, a los 66 años, de un fallo cardiaco en su domicilio de Hope, Idaho.Kienholz, cuya producción artística se inspira en el lado más oscuro de la vida, como la prostitución, los niños maltratados, el aborto, la muerte, la pobreza y el horror de la guerra, saltó a la fama en 1966 con el que posiblemente haya sido su trabajo más discutido, Asiento trasero de Dodge 38, en el que aparecía una pareja haciendo el amor en el asiento trasero de un coche, que despertó las iras del Consejo de Supervisores de Los Ángeles, que intentó prohibir su exhibición en el museo de la urbe californiana. Sin embargo, sólo consiguió que se desplazara a un lugar menos visible. Años después volvió a un lugar destacado.
Nacido en Fairfield, Washington, y criado en una granja, su formación artística fue autodidacta. Al principio trabajó en los oficios más diversos, que le pusieron en contacto con un mundo de pobreza que se reflejaría en su arte. Sus primeros trabajos fueron collages dentro de un impresionismo abstracto. Progresivamente empezó a mostrar un universo amargo dominado por figuras surrealistas como sus trabajos sobre prostíbulos de Nevada y de Amsterdam o de celdas de manicomios. Su obra se popularizó en Europa partir de los años setenta. El explicaba así este éxito: "Gran parte de mi obra es sobre la muerte. En Estados Unidos nunca tuvimos una guerra y no conocemos la devastación. Los europeos sí la han sufrido y entienden lo que hago". Más adelante, su pesimismo fue evolucionando hacia posiciones de un cierto humanismo compasivo con la condición humana. Sin embargo, hasta en su muerte continuó siendo peculiar, ya que expresó su deseo de ser enterrado dentro de su coche favorito, un viejo Packard.-
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