Las nuevas chicas de California
Warpaint lideran una oleada de bandas de Los Ángeles con mujeres al frente
"Las nuevas reinas del underground", ese es el título que otorga a Warpaint la portada del nuevo número del semanario musical británico NME. Y a Emily Kokal, la cantante de esta banda de Los Ángeles, compuesta por cuatro chicas que rondan la treintena, eso le hace mucha gracia. "No se me ocurre algo menos underground que estar en la portada de NME, ¿no?", dice desde Lille, Francia, en plena gira europea. Es el espaldarazo final para un grupo fundado en 2004 pero de lenta progresión. "Cuando empezamos vivíamos juntas y tocábamos en el garaje. Todas éramos bastante tímidas, así que eso era lo más lejos que estábamos dispuestas a llegar", explica. Durante años apenas actuaron fuera de California. Su primer sencillo, Exquisite corps, grabado en 2007, no se publicó hasta 2009. Y no por falta de conexiones. Lo mezcló y produjo John Frusciante, entonces novio de Kokal. El atormentado guitarrista de Red Hot Chili Peppers le atribuía a ella su recuperación después de una larga temporada de adicción a la heroína.
Sin embargo, Warpaint ha despegado en 2010. Tras varios cambios de formación parecen haber encontrado por fin una estable con Emily, a la voz; Theresa Wayman, a la guitarra, Jenny Lee Lindberg, en el bajo, y Stella Mozgawa, a la batería. Fueron descubiertas para el público mundial en el festival tejano South by Southwest a principios de año. Desde entonces, su reputación ha ido creciendo sin parar. The fool, su primer disco largo, se publicó finalmente el 25 de octubre con bastante éxito.
Warpaint se ha convertido en el escaparate de una nueva escena. Tras una década en la que la música independiente estadounidense ha tenido como capitales Portland y Nueva York, ahora se señala California como el lugar al que mirar. Especialmente a dos zonas de Los Ángeles: Echo Park y Silver Lake, donde se mueven grupos como Dum Dum Girls, Best Coast, Glasser o Zola Jesus, nombres todavía no muy populares pero que están a un paso de serlo gracias a que las publicaciones especializadas y los blogs más espabilados llevan meses loando sus virtudes. "Me lo dicen mucho y trato de verlo, pero me resulta difícil porque somos todos tan diferentes musicalmente... Y nunca hemos hecho giras juntos, ni nada de eso, pero quizá sea cierto que algo pasa alrededor de Echo Park. La verdad es que a la mayoría de los músicos los conozco del barrio", comenta Kokal.
Hay de todo, pero la mayoría hace música orgánica, nada electrónica, enraizada en el viejo pop psicodélico de San Francisco. Y además todas esas bandas tienen otro punto en común: una gran presencia de mujeres. La nueva California girl tiene poco que ver con ese prototipo de rubia tonta en biquini que la imaginería pop, de Beach Boys a Los vigilantes de la playa, fue creando. Sin embargo, Kokal no le da importancia. "En nuestro caso no es intencionado. Éramos amigas y lo lógico cuando empiezas a tocar es hacerlo con tus amigos, ¿no? Quizá la novedad es que, hasta hace poco, parecía que la mayoría de las chicas que estaban en grupos eran cantantes, no guitarristas o baterías. Ahora hay más mujeres interesadas en tocar instrumentos y eso todavía llama la atención".
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