Los lápices se afilan de nuevo
Las galerías de Swab, feria barcelonesa de arte, se vuelcan con el dibujo
"Dibujo desde niña. No recuerdo cuándo cogí el lápiz por primera vez, pero siempre que pienso en mi infancia, me veo garabateando". La canadiense Erica Eyres, de 28 años, está de moda. Como el dibujo, la disciplina en la que destaca. Junto a ella, una nueva oleada de ilustradores demuestra que el dibujo se lleva.
Dicen que la ocasión la pintan calva, pero en este caso más bien la dibujan. "No me compensa comprar y vender piezas caras como vídeos, esculturas o lienzos en ferias europeas", opina Leo Koenig, responsable de la galería neoyorquina Leo Koenig INC, una de las mejores del mundo según el diario The New York Times. La razón: la debilidad del dólar frente al euro. "A los galeristas estadounidenses nos sale más rentable vender dibujos en Europa".
Y de este lado del Atlántico, la canadiense Erica Eyres, afincada en Glasgow, aprovecha el filón. Sus inquietantes retratos a tinta o a lápiz se imponen. "Grabo vídeos, pero los dibujos se venden mejor", apunta. Sus creaciones se exhibirán en la segunda edición de la feria internacional de arte Swab. El evento se celebra en las Reales Atarazanas entre hoy y el 18 de mayo.
La apuesta de sus organizadores, Joaquín Díez-Gascón y su hija Marina es clara: "Cerca del 40% de la obra exhibida serán dibujos. Dos galerías, Fette's de Los Ángeles y Fruehsorge de Berlín, sólo traen acuarelas, dibujos o grabados", detalla Joaquín Díez-Gascón. Según este responsable, el regreso del lápiz ha sido escalonado.
Antes de éste, ya se vivió un revival de la pintura. El regreso viene avalado por ferias de arte como la londinense Frieze, que en 2005 inundó el Regent's Park, donde se celebra cada año, de óleos. Un renacimiento reflejado por el reconocido galerista británico Saatchi en la muestra El triunfo de la pintura. Swab demostró la buena salud del lienzo en la pasada edición. Ahora se llena de gouaches, acuarelas y dibujos. Le Salon de Dessin de Paris (el Salón de Dibujo de París), celebrado hace un mes en la capital francesa, recogió también la tendencia. Marina Díez-Gascón, de 29 años, comparte la teoría de su padre pero matiza: "Muchos creadores empiezan con el boli o el lápiz porque son más baratos". La tendencia del biro-art, o arte con bolígrafo arrasa en Internet a través de páginas como Biro-art.com donde el inglés Phillip Blackman vende sus obras. Una corriente desenfadada que reflejan artistas como Juan Francisco Casas, un dibujante sevillano que renueva el género con sus retratos con tinta de bolis Bic. Y de la que se hacen eco galerías como la londinense Fred, donde se exhiben las obras de Rebecca Chamberlain.
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