Gráfica de escape
Un libro recoge la obra menos ortodoxa de los diseñadores españoles
Para conocer cómo es el diseño gráfico español actual no es suficiente con tirar de anuarios. Los anuarios suelen recoger los trabajos más representativos y correctos. Pocas veces muestran un ejercicio libre o aquellos diseños que se han hecho con luz verde a la experimentación, es decir, cuando un diseñador hace lo que realmente le apetece. Así que ni lo uno ni lo otro, sino una mezcla de los dos sería lo más aproximado.
Un volumen publicado recientemente por Actar busca mostrar cómo son estos otros diseños. Se llama Esc, como la tecla del teclado del ordenador. Y va acompañado del imperativo ¡Entra en el diseño español! Cuando uno hace caso y se adentra, descubre una serie de trabajos más ricos de lo habitual en detalles gráficos. Ideas muy trabajadas y también ideas frescas y sencillas. Rayadas de una tarde de verano o espléndidas soluciones de bajo presupuesto real o imaginario. Trabajos de escape al día a día profesional.
La recopilación de los diseños de este volumen la ha comisariado el estudio Cla-se, la formación que Claret Serrahima decidió montar hace unos años integrada por diseñadores jóvenes y que funciona independiente a la personalidad de este veterano diseñador. Por eso su nombre va oculto: Cla- de Claret y -se de Serrahima.
La selección realizada por Cla-se es muy diversa. Desde estudios consagrados a estudiantes pasando por figuras independientes jóvenes y experimentadas como Base, Vasava, Un Mundo Feliz, Paco Bascuñán, Alex Trochut y Salvador Alimbau. Pero como explica Daniel Ayuso, director de proyectos de Cla-se, se trata de una recopilación un tanto sesgada en el sentido de que la selección de proyectos buscaba mostrar trabajos poco ortodoxos, arriesgados, experimentales y hasta rebeldes. Hay un poco de todo: tipografías hechas con pañuelos palestinos (David Catalán), bodegones gráficos (Serial Cut e Ipsum Planet) o diseño de publicaciones como Fanzine 137 (Albert Folch). Lo más curioso es que, lejos de representar un estilo español, se ve cómo claramente convergen con el estilo internacional que impera en diseño gráfico.
El libro, también diseñado por Cla-se, no podía ser de cualquier manera. Una de sus peculiaridades es que ha salido a la calle con tres cubiertas diferentes cuya complicación gráfica va in crescendo. Además, cuenta con su propio elemento rebelde: un enorme topo inquieto que va trepando en cada hoja en una coordenada distinta. Coincide con la ficha de datos de los diseñadores, así que si se recorta por la línea de puntos funciona como tarjeta de presentación de cada estudio.
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