Radiohead pierde la batalla de las descargas
El horizonte de la industria discográfica seguirá siendo descorazonador. Internet ha vuelto a vencer. La fórmula ensayada por grupos como Radiohead de aliarse con la Red en lugar de combatirla no ha dado los resultados esperados. La banda británica decidió el otoño pasado poner a disposición de todos los consumidores su último disco, In Rainbows, colgándolo en su web y dejando a la buena voluntad de sus seguidores el precio a pagar.
Pese a que de esta forma el disco podía salir completamente gratis, los usuarios han optado por descargarlo masivamente mediante los programas de intercambio de archivos p2p, dando la espalda a la iniciativa. Así, al menos 2,3 millones de personas han preferido descargarse In Rainbows de sitios torrent (uno de los programas p2p más populares) en vez de utilizar la página del grupo, según un estudio realizado por Eric Garland, de la empresa de consultoría y monitorización P2P, Big Champgne y Will Page, de la sociedad británica MCPS-PRS Alliance.
El informe señala que, aunque Radiohead guarda celosamente el secreto de las cifras de descarga de su web, la proporción de gente que se descargó libremente en la Red el disco supera ampliamente a los que lo hicieron a través de www.radiohead.com. Otra prueba del fracaso de la iniciativa es que, pese a la gran relevancia periodística que tuvo el experimento comercial de Radiohead, su trayectoria en Internet ha sido muy similar a cualquier otro CD. En la primera semana del lanzamiento del disco, en octubre de 2007, se produjeron 400.000 descargas no oficiales y decayó a 15.000 al poco.
"Los consumidores van a sitios en los que se sienten cómodos, y lo que hemos descubierto de experimentos tan ambiciosos y admirables como el de Radiohead y Nine Inch Nails es que en gran parte esa comodidad se la da el hecho de que puedan mantener el anonimato", señala el documento.
Los fans prefieren los sitios "alegales" porque se fían más que de originales iniciativas. Bastó con que para descargarse el CD de la banda británica se pidiera el correo electrónico (además de la tarjeta de crédito para los que decidían pagar algo) para que muchos se desanimaran. Se calcula además que el 60% de los que se descargaron el disco lo hicieron gratis, según Comscore.
Tras el informe, casi nadie duda ya de que todo fue una maniobra de marketing más que un intento real de buscar nuevos modos de comercialización.
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