"Esta profesión tiene un lado oscuro"
José Ramón de la Morena (Brunete, Madrid, 1956) lleva casi 30 años en la SER -20 al frente de El larguero- y mañana sale a la venta su tercer libro: Los silencios de El larguero. Cuando fuimos campeones (editorial Aguilar). Escrito como si de un diario se tratara, arranca el 19 de abril con la visita oficial de los príncipes de Asturias a la cadena. "Me dejó impactado. El Príncipe me pareció que hablaba con credibilidad. Le conocí con 17 años, en la final de la Eurocopa del 84 en París. Estuve escondido dos horas en el Parque de los Príncipes hasta que llegó al palco para hacerle una entrevista", recuerda el periodista. Fue ese día cuando echó la vista atrás, agitó la memoria y comenzó a escribir en la cocina de su casa. Eran las tres y media de la madrugada.
El periodista, al frente de 'El larguero', publica su tercer libro
En el epílogo, Iniesta habla del mundial: "El destino no podía fallarnos"
El libro -cuyos beneficios van destinados a la Fundación El Larguero- fue cobrando cuerpo tras la grave cogida que sufrió José Tomás en Aguascalientes (México). "Fue como si me helara el alma. Me impactó tanto que seguí escribiendo". La admiración hacia José Tomás es sólida y viene de lejos. "Es vecino mío y nos unen muchas cosas, entre otras la búsqueda de la verdad", cuenta De la Morena. El libro va relatando paso a paso cómo iban cicatrizando las heridas que aquel toro llamado Navegante le infligió al matador. Al diario se van uniendo personajes del mundo del deporte (Mourinho, Nadal, Alonso, Contador) o de la política, como Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid. "Le conozco hace muchísimos años. Hacemos deporte juntos y somos seguidores de José Tomás. Evidentemente, yo no soy del PP y Cobo lo sabe. Pero casi nunca hablamos de política. También tengo amistad con Toño Alonso [José Antonio Alonso portavoz socialista en el Congreso]".
Con estos mimbres, José Ramón de la Morena se plantea retos más ambiciosos. "Tengo una novela en la cabeza desde hace tiempo. Estoy dándole vueltas, pero no me animo. Me da miedo. Van a decir: 'Esto va por Mengano, esto por Fulano y esto por Zutano'. Lo veo tan cruel y lo quiero escribir de manera tan cruda que pienso que no voy a ganar para líos. Y aunque diga que todo es ficticio, más de uno se va a sentir retratado. Quiero que haya un periodista, un político, dos deportistas -futbolista y ciclista- y un torero. Lo quiero sacar como enseñaza a los futuros estudiantes de periodismo o, por lo menos, para mis hijos".
De la Morena quiere contar "lo más mezquino" de la profesión. Sabe que se le va a mirar con lupa. "Quiero que se vea que esto no es tan bonito, que tiene un lado oscuro, que no es el paraíso terrenal. La gente ve a los periodistas que estamos pintados de purpurina por fuera y piensa que todo es precioso. Seguramente arrancar carbón a 60 metros de profundidad es más duro, pero hay un sentido del compañerismo mucho más fuerte del que tenemos aquí".
Consciente de que los medios audiovisuales son una inmensa hoguera de vanidades, recuerda que cuando la SER le hizo el primer contrato su padre decía que era "un disparate". Casi 30 años después, asegura: "Creo que estoy en el mejor escaparate, el de la SER. Soy un maniquí del escaparate y procuro que las cosas me queden bien". Tanto que desde hace 15 años El larguero es el programa deportivo de noche más escuchado (1.363.000 oyentes diarios, según el EGM de julio). "Pretendo que sirva de descompresión del día. En televisión es obligatorio ver el escenario; en la radio, cada un pone el suyo. En la televisión se ve el gol; en la radio la imaginación lo refleja en tres dimensiones".
El libro se adentra en el día a día del Mundial de Sudáfrica. "Lo he vivido en un ambiente que me ha gustado mucho. Ha sido apasionante". La final -"por un castigo divino"- le pilló en Madrid. "Lo controlé mucho mejor, pero no es lo mismo". Por eso, el día 11 de julio, el día del heroico triunfo, está narrado por Pedro Morata, Curro Serrano, Laura Martínez, Antonio Romero y David Alonso. Y el epílogo es de Andrés Iniesta. "El destino no podía fallarnos, estaba convencido, segurísimo", escribió esa épica noche el jugador en el avión de regreso.
"La selección siempre apasiona. Al final todos somos del mismo equipo", apunta De la Morena, que no entiende cómo algunos políticos se alineaban con Holanda en la final. "Están de espaldas al pueblo. Hay gente que no se siente español y eso es respetable. Pero hay que ver las audiencias en Euskadi y Cataluña. Y ver la alegría de Xavi, Piqué o Victor Valdés. El gol de la final del Mundial lo ha marcado un chico de Fuentealbilla, de Albacete. La alegría une mucho. Nada ha unido tanto como la selección alrededor de la bandera. Antes te etiquetaban de ultraderecha. Ahora está en los balcones, en los coches. Y seguro que en muchos sitios no la han puesto por el miedo al qué dirán".
El libro no esquiva la salida de Paco González y Pepe Domingo Castaño de la SER para incorporarse a la Cope. "Lo he vivido con pena. Se ha ido gente con la que he recorrido un camino importante de mi vida. Pero la amistad es animal de compañía, no de rebaño, y cada uno es muy dueño de elegir su destino", asegura el periodista.
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