Más enredo sobre el himno
Los sancionados de TVE dicen que antes del partido se manejaron guiones distintos en Madrid y Valencia
La existencia de dos escaletas (minutados) distintas fue un factor clave en la cadena de fallos -fueran éstos fortuitos o intencionados- que abocó a la no emisión de la pitada al himno nacional en la final de la Copa del Rey, celebrada en el valencianista estadio de Mestalla el 13 de mayo. Los trabajadores sancionados por la omisión del himno plantean en sus pliegos de descargo que se determine por qué se manejaron dos minutados diferentes, uno en Valencia y otro en Madrid, durante el previo del partido.
En esas escaletas, que sirven de guión para realizadores, productores y editores, ni siquiera coincidían las conexiones a realizar durante los 10 minutos anteriores al inicio del encuentro entre el Athletic de Bilbao y el Barcelona.
Una de las conexiones de antes del encuentro estaba patrocinada
Esa noche estaban previstas conexiones con el palco de autoridades -donde se había planificado una entrevista al Rey-, el plató de Torrespaña, San Mamés, el Arenal, Canaletas y Mestalla. La del Arenal de Bilbao, además, estaba patrocinada. En esta conexión, las cámaras debían mostrar el logotipo de una entidad bancaria. Algunos de los sancionados aseguran que avisaron de que eran demasiadas conexiones para tan poco tiempo y que la escaleta contenía errores. Y agregan que recibieron órdenes imperativas de seguir paso a paso la escaleta y de conectar con el Arenal.
De modo que cuando empezó a sonar el himno -acompañado de una estruendosa pitada de los hinchas- TVE pinchó las imágenes de la afición bilbaína concentrada en San Mamés. Esta ocultación generó un gran escándalo. En el intermedio ofreció una versión suavizada. Al día siguiente, destituyó al jefe de deportes, Julián Reyes, y más tarde siguió sus pasos el director de contenidos deportivos, Ricardo Castellanos. Otros cinco profesionales fueron expedientados. La comisión de investigación -formada por directivos de la propia cadena- apuntó la existencia de "posibles incumplimientos de las órdenes emitidas para que nada fallara a la hora de retransmitir el himno".
Los sancionados rechazan de plano las acusaciones, en las que se les llega a acusar de actuar con desidia, adoptar una posición mecánica al ejecutar las órdenes o no desempeñar adecuadamente sus funciones. Además de considerar que las imputaciones son vagas, genéricas, imprecisas y subjetivas, expresan su sorpresa por el hecho de que "cumplir ordenes" sea motivo de sanción. E insisten en que nunca dejaron de atender las funciones encomendadas.
En apoyo a los expedientados, los sindicatos reclaman que el Consejo de Administración tome las riendas de la investigación. De paso, han planteado paros y pedido la dimisión del presidente de RTVE, Luis Fernández.
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