Recetas
Una de las más veteranas revistas culturales del mundo está a punto de cerrar. Se llama Gourmet y es, en teoría, una revista de recetas de cocina. Ha publicado recetas durante casi 70 años. Pero nació en Nueva York en 1941, el año del ataque japonés a Pearl Harbor, empezó a espabilarse durante la Segunda Guerra Mundial y se consolidó en la posguerra, la época dorada del periodismo estadounidense: sus responsables decidieron que junto a las recetas se podían publicar reportajes, ensayos y entrevistas, cosas que explicaran el mundo de entonces, y exigieron para ese material un nivel comparable al de New Yorker.
Gourmet fue una anomalía en el mercado. Cuando Manuel Vázquez Montalbán aún era un crío que soñaba con bocatas de sardinas y ni siquiera sospechaba que, como dijo más tarde, la cocina fuera una metáfora de la cultura, una revista que jugaba precisamente con eso, con la cocina como metáfora de la cultura, se hizo un lugar en centenares de miles de hogares. Servía para preparar unas berenjenas y para conocer la historia de Nueva Orleans; para aprender a construir el fuego de una barbacoa y para descubrir la tragedia inmensa de la revolución cultural maoísta.
Estaba claramente dirigida a las mujeres, porque en general eran ellas quienes cocinaban. Gourmet, sin embargo, jamás publicó un cotilleo, o un truco de belleza, o cualquiera de esas cosas que antes, y hoy, se suponen interesantes para las mujeres. Apelaba al intelecto y la sensibilidad de su clientela. Y ésta respondió, año tras año, década tras década.
La revista no cambió. Sus números más recientes seguían siendo espléndidos. Ha debido cambiar el público, porque Condé Nast, el grupo que edita Gourmet, ha anunciado que ya no es rentable ni lo será en el futuro. Condé Nast dice que no hay publicidad para mantener una revista inteligente y que la única opción es el cierre.
Todas las recetas, es cierto, pueden encontrarse gratis en Internet. Rapidez y economía. ¿Para qué perder el tiempo en otras cosas? ¿Para qué intentar entender el mundo si el mundo, como nosotros, se hace más tonto cada día?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.