La Liga veta a las radios
Las emisoras tuvieron que buscar estratagemas para narrar la primera jornada de fútbol al negarles la entrada a los campos por no ceder ante el canon
La Liga de Fútbol Profesional (LFP) cumplió ayer su amenaza. Mantuvo el pulso con las radios y les impidió entrar en los campos de Primera y Segunda división, las dos competiciones oficiales que organiza la LFP, para retransmitir los partidos. La Liga pretende, desde finales de julio, que las radios, tanto privadas como públicas, paguen un canon que les daría derecho a poder informar directamente desde los estadios. La fecha límite era el 16 de agosto, pero la LFP no recibió ninguna solicitud firme. Están en juego alrededor de 20 millones de euros.
La Liga se ha encontrado con un bloque fuerte que tiene una respuesta contundente: "Ni negociamos ni vamos a pagar", sentenció Manu Carreño, director del Carrusel deportivo de la SER. "Es un agravio contra el derecho a la información", dijo Paco González, homólogo de Carreño en Tiempo de Juego de la COPE. Así arremetieron ayer ambos directores contra la polémica medida. Consideran que el fútbol beneficia tanto al deporte como este a las radios. Destacaron que los programas deportivos fomentan la afición y no restan entrada de público a los campos de fútbol, hecho que sí ocurre con la televisión.
Los informadores alegan que fútbol y radio se benefician mutuamente
El Granada pidió a sus empleados que persiguieran a los periodistas
Ayer, excluyendo el Girona-Elche del viernes, empezaba el grueso de la competición y ante la prohibición las radios buscaron todo tipo de soluciones para narrar el juego en directo. "Estoy viendo el partido desde el balcón de una vecina. Solo veo tres cuartas partes del césped y ni siquiera he podido ver el segundo gol del Villarreal B". Así explicaba Carlos Vicente, periodista de la SER, cómo vio el Barcelona B-Villarreal B que se disputaba ayer en el Mini Estadi de la capital catalana.
En el Sporting-Real Sociedad, partido que abría la Primera división, ningún periodista pudo acceder a los puestos reservados para ellos al no tener acreditación (derecho gestionado este año directamente por la LFP y no desde los clubes como se hacía anteriormente). A diferencia del Girona-Elche, partido que ayer iniciaba la Segunda división, donde los periodistas sí pudieron acceder a las zonas de prensa, el Sporting sí impidió a las emisoras acceder al Molinón, campo del conjunto asturiano, donde algunos, como la SER, infiltraron a alguien entre los espectadores para comentar el partido a través del móvil.
Cada radio se las vio y se las deseó para retransmitir el fútbol en directo. La propia SER, en Gijón, tuvo un problema técnico y se desplazó hasta las instalaciones de Radio Televisión del Principado de Asturias a narrar el encuentro a través de la televisión, un remedio al que también recurrieron otras operadoras para hacer frente a esta jornada, la primera tras la suspensión de la pasada por la huelga de futbolistas.
Peor fue la situación en Mestalla, donde se disputaba el Valencia-Racing de Santander. El Valencia impidió entrar, ante el notario Francisco Moret, a todo aquel periodista que carecía de la acreditación, pero les facilitó una entrada como público si se comprometían a no narrar el partido y solo informaban sobre él una vez finalizado el encuentro. Ante esta oferta, el Valencia solo exigía una cosa: la firma de un documento donde se responsabilizaba al periodista si excedía los límites permitidos por el club valencianista dentro de su campo de fútbol.
Según pudo saber este periódico, solo la COPE firmó el documento y transmitió en directo desde el campo valencianista. La cadena de los obispos , sin embargo, emitió ayer un comunicado en el que negaba tajantemente cualquier acuerdo o negociación.
Las emisoras optaron de nuevo por infiltrar periodistas entre los aficionados como ocurrió en el Molinón y más tarde en Granada, donde alguno empleados del club persiguieron a los periodistas para impedir su trabajo.
Lo importante era seguir contando la actualidad y cada cual hizo lo que pudo. Onda Cero retransmitió el encuentro de Valencia desde la casa del periodista encargado de la información del conjunto valenciano, aunque éste contaba con un refuerzo dentro de Mestalla. También narró los partidos de Gijón y Granada (Granada-Betis), los otros dos partidos de Primera de ayer, desde Madrid y Valladolid respectivamente. Todas las radios mostraron unidad, formando un bloque como pedía la Asociación de Radios Comerciales Españolas y la mayoría cumplió el trato. Tan solo cuatro radios -de audiencia muy minoritaria- abonaron el canon exigido y pudieron acceder a los campos, según informó Efe: dos operadoras de Huelva en Riazor (A Coruña), Radio Unión Sportcartagena y la radio oficial del Betis.
A pesar de todos los obstáculos, de todas las amenazas e impedimentos, las radios siguieron informando sobre el deporte rey. Y narrando las jugadas y los goles como si no hubiera una batalla sorda en la trastienda. Como afirmó orgulloso Alfonso Ruiz de Assín, presidente de la Asociación de Radios Comerciales Españolas, "hemos producido buena radio, muy divertida. Nos hemos acercado a los aficionados y hemos demostrado que fútbol y radio siempre deben estar unidos".
Uno de los aspectos más positivos de la jornada fueron los casos de compañerismo y solidaridad de los espectadores. Numerosos aficionados quisieron manifestar que la radio es una parte muy importante del fútbol. Un periodista de Catalunya Radio renunció a su acreditación para informar desde el Mini Estadi del Barça B. Hasta José Mourinho, entrenador del Real Madrid, mostró su apoyo a los profesionales: "Sin las radios, el fútbol no será lo mismo", dijo el técnico portugués.
Con información de Rosario García Gómez, Cayetano Ros y Rafael Pineda.
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