Katyn
La caja negra del avión presidencial polaco resolverá nuestra necesidad de culpables. Sabremos si el accidente fue debido al carácter empecinado de Lech Kaczynski o a la imprudencia del piloto. Pero más importante es la tremenda sensación de fatalidad en torno a los asesinados en el bosque de Katyn. Después de setenta años, las autoridades polacas presidirían un acto de desagravio a las víctimas del terror estalinista. Tras años de ocultamiento, las autoridades rusas asumían que la matanza de más de 20.000 oficiales y prisioneros polacos en la primavera de 1940 había sido responsabilidad directa de los soviéticos, que se repartieron la invasión de Polonia con las tropas nazis tras el pacto Molotov-Ribbentrop.
Ninguna televisión en España ha tenido la cintura de programar la película que Andrzej Wajda rodó en 2007 sobre el asunto. Su estreno en nuestro país no fue demasiado ruidoso, y convocó en las salas a menos de 50.000 espectadores. Habría sido una ocasión oportuna para acercar esta película rodada por el hijo de un oficial de caballería que murió asesinado en el bosque de Katyn, en las proximidades de Smolenk. La película recompone el macabro desfile final donde los prisioneros eran atados con cuerdas del cuello a las muñecas y disparados en la nuca por soldados soviéticos armados con sus pistolas Walther, de fabricación alemana. Quien confió en que la tierra sobre las fosas comunes de hasta doce capas de cadáveres superpuestos fuera el telón final bajo el cual sepultar la infamia, ignoraba que la verdad es terca y las raíces perezosas renacen con las lluvias primaverales de cualquier abril tan cruel. Hace pocas semanas, la corresponsal en Moscú nos informaba de que un canal ruso había programado la película.
En nuestras pantallas podría haber coincidido con The Pacific o la estupenda serie de Canal Historia Los archivos perdidos, que rescata las imágenes en color de aquella guerra mundial tan lejana y tan próxima. La película de Wajda usa el recurso narrativo del diario personal del oficial polaco. La serie de Spielberg y Hanks se construye sobre el relato de tres veteranos. Los archivos en color se arman sobre los testimonios de dos corresponsales y varios soldados. Testigos que resisten al tiempo para recordarnos que el pasado es también hoy.
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