Expectativa
La expectativa es esencial en estos casos. Eso, como muchas otras cosas, se aprende en Los Simpson. En 'El cuarteto de Homer' (quinta temporada), quizá mi capítulo favorito, el grupo busca un cantante solista. Están en el bar de Moe y escuchan una voz conmovedora que procede del retrete: mientras busca su palillo junto a la taza del váter, el alcohólico Barney canta, entre eructos, una maravillosa canción irlandesa.
Algo similar ocurre con Susan Boyle, el fenómeno internetero de la semana. Una mujer fea, mal vestida y de ademanes toscos sube al escenario de Britain's got talent, un programa de éxito. Los jueces y el público ven en ella la personificación del fracaso. Se espera uno de esos momentos grotescos que agradece el público más sádico, es decir, el público en general. Susan Boyle empieza a cantar y resulta que canta razonablemente bien. Una oleada de emoción irrumpe en el momento. ¿Cuál es la explicación? La expectativa. Se esperaba algo horrible, pero ocurre algo hermoso. Como en La Cenicienta o El patito feo.
La expectativa podría ser también una de las razones por las que Saturday night live (Cuatro) no ha funcionado en su versión española. Hay dificultades con los guiones, incluso los adaptados del programa original, pero también una larga distancia entre lo que se esperaba (mucho) y lo obtenido (más bien poco). Diría que incluso la realización se ha tomado demasiado en serio y, además, se ha esforzado en subrayar la complejidad logística de una emisión en directo de este tipo.
Lo contrario ocurre con otra importación, Camera café, que arrancó con una discreta expectativa, tanto por parte de Telecinco como por parte de la audiencia: resulta difícil imaginar un programa más modesto (escenario único, cámara fija) con mejores resultados. ¿Y qué me dicen de la muy casposa Escenas de matrimonio? Empezó como suplencia veraniega de Camera café y ya ven. Dado que se me escapan por completo las razones del éxito de Escenas..., y no quiero faltarle al respeto al distinguido público, opto por atribuir los buenos resultados a la absoluta falta de expectativas iniciales.
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