Ivonne Loriod, esposa e intérprete de Olivier Messiaen
Fue una de las grandes pianistas de la segunda mitad del siglo XX
El lunes por la tarde murió en una residencia de ancianos de Saint Denis, a las afueras de París, la genial pianista francesa Ivonne Loriod, excepcional intérprete que tal vez pasará a la historia más por haberse enamorado, casado y dedicado su vida al compositor francés Olivier Messiaen que por sus propias dotes y aptitudes. Y sin embargo, tal y como reconocía ayer el periódico Le Monde en su edición digital, Loriod fue una de las grandes pianistas de la segunda mitad del siglo XX y una gran pedagoga musical.
"Tenía una personalidad muy fuerte, era excepcional en su campo, se convirtió en una figura prominente a la hora de descubrir la música de este siglo", aseguró a la agencia France Presse el pianista francés Roger Muraro.
Había nacido en 1924 en Houilles (Yvelines). Muy pronto destacó como pianista. Fue en el conservatorio de París, donde compartió clase con Pierre Boulez, donde conoció a Messiaen, profesor por entonces y casado en aquella época con la violinista Claire Delbos.
Aunque Loriod interpretó a otros músicos, como Ravel o Debussy, desde que Messiaen entró en su vida se dedicó a él casi por entero: sus grabaciones se consideran de referencia. Además, ella terminó, junto a Heinz Holliger y George Benjamín, el Concert à quatre, que Messiaen dejó inconcluso a su muerte, en 1992.
En una entrevista concedida a este periódico hace ocho años con motivo de una conferencia que dio en Madrid, admitió: "Fui su esposa y no me importa que en las entrevistas que me hacen hablemos más de él que de mí. Es un honor".
No solo se encargó de hacer las grabaciones más rotundas sobre su marido o de ofrecer por todo el mundo recitales de las composiciones de Messiaen. También se ocupó de la edición del monumental Tratado del ritmo, el color y la ornitología, la gigantesca obra de 4.000 páginas repartidas en siete tomos que su marido elaboró a lo largo de 40 años. En la entrevista citada aseguraba: "Cada tomo tiene 650 páginas; vamos por el quinto. En el primero aborda el ritmo, en el segundo el canto gregoriano; en el tercero, los conciertos de piano de Mozart y en los siguientes, la obra de Debussy, el color de la música y un tratado de ornitología que trata de todas las especies de pájaros que hay en el mundo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.