El vaivén del Botafumeiro suscita ovaciones en una misa, parte en latín

La sonrisa que Armando Raposo, el tiraboleiro mayor, intercambió con sus compañeros cuando el Botafumeiro había completado los 17 ciclos, de izquierda a derecha del crucero, lo decía todo: el debú había sido un éxito y los asistentes le brindaron un encendido aplauso. El incensario se comportó ayer en el estreno, durante la misa peregrina de las 12, mucho mejor que el martes en los ensayos. Se notaba que la rígida maroma de barco se va amansando y que tiraban de los cabos 7 de los 8 tiraboleiros oficiales. El día anterior sólo habían sido tres, apoyados por cinco espontáneos.

La expectación era enorme. En la Catedral se apretaba el público, y fuera aguardaban excursiones que deseaban ver el Botafumeiro en acción pero no querían asistir a misa. Una misa que honró a san Benito, patrón de Europa, con un sermón sobre los valores europeístas del catolicismo.

En los bancos, visitantes de muchas nacionalidades, y en las primeras filas, a mano derecha si se mira hacia el altar mayor, los 115 ingleses que pagaron la primera misa con Botafumeiro. Entre los sacerdotes, uno del Congo y otro de la República Checa, para una ceremonia que incluyó mensajes en italiano, francés, checo e inglés. El oficiante pidió, además, que quien supiese rezar el padrenuestro en latín, lo hiciese.