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La oposición vuelve a la calle contra "la privatización de la sanidad"

Miles de personas claman contra las políticas sanitarias de la Xunta de Feijóo - El PP tacha de "cínicos" a los que protestan

Otra vez miles de personas, otra vez en domingo y otra vez bajo un mar de paraguas y chaparrones intermitentes. Una riada de manifestantes, 40.000 según los organizadores, recorrió ayer las calles de Santiago de Compostela detrás de una pancarta que alertaba del "peligro" en que se encuentra la sanidad pública debido a las políticas de la Xunta de Feijóo. "Sanidad pública o barbarie privatizadora", resumió, al término de la marcha y desde el pequeño palco de A Quintana la escritora Marilar Aleixandre, quien también se refirió a la acción del Gobierno gallego en el sector como "política de administración Gürtel".

Antes de llegar a la atestadísima Quintana -varios cientos de personas no consiguieron entrar en la plaza debido a la afluencia-, la comitiva realizó el trayecto ya habitual de las manifestaciones en la capital. A las doce de la mañana, con extraña puntualidad talvez a causa de la amenaza meteorológica, la cabecera arrancó de la Alameda. Sujetando la lona firmada por la plataforma S.O.S. Sanidade Pública, los líderes de PSdeG y BNG, Pachi Vázquez y Guillerme Vázquez, y los máximos responsables de los sindicatos mayoritarios: Suso Seixo (CIG), Xosé Manuel Sánchez Aguión (CC OO) y José Antonio Gómez (UGT).

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Aunque la protesta fue formalmente convocada por la plataforma, los partidos de la oposición parlamentaria pusieron toda la carne en el asador. Todavía el sábado, en la convención municipal socialista, el secretario general de los socialistas llamaba a sus militantes a presentarse en Santiago "contra los ataques de Feijóo a los servicios sociales". A su toque a rebato respondieron casi todos los diputados de O Hórreo, parlamentarios en el Congreso, la ex conselleira de Sanidade del bipartito, María José Rubio, y parte de los alcaldes más significados. Incluso estuvo Abel Caballero, el regidor vigués que en las últimas semanas se ha mostrado beligerantemente favorable a la renovación del convenio de la consellería del PP con Povisa.

No era exactamente esa la posición mayoritaria entre los asistentes a la manifestación: los cartones contra la clínica privada de Vigo abundaban y la plataforma en defensa de la sanidad pública de O Morrazo habló de "apartheid hospitalario" en su comarca. "Queremos dejar de estar encadenados a Povisa", clamó su representante al término de la protesta. También recordó la reducción de 400 plazas en el proyectado nuevo hospital público vigués, "las mismas que la Xunta acuerda con Povisa".

Los nacionalistas tampoco escatimaron fuerzas y presencias significativas. Además del grupo parlamentario de Galicia con su portavoz Carlos Aymerich, acudieron a la protesta el congresista Francisco Jorquera o el líder de la Unión do Povo Galego (UPG), Francisco Rodríguez. Bastante más atrás desfilaban los militantes de Esquerda Unida, entre los que se encontraba la líder de la organización en Galicia y concejala en Ferrol, Yolanda Díaz.

Pero el protagonismo de esta manifestación correspondió, sobre todo, a las decenas de trabajadores sanitarios organizados a lo largo y ancho del país. En una especie de Galiza Non se vende -la estructura unitaria en la que se organizaron los movimientos ecologistas durante los últimos años- de la salud y a la consigna de "o público é servizo, o privado beneficio", en Santiago hubo espacio para las reivindicaciones más diversas. Desde el movimiento vecinal vigués "por un hospital 100% público" hasta los empleados en la asistencia a drogodependientes o los cocineros de clínica contrarios a que su trabajo se subcontrate con empresas privadas, un hilo cosía todas las afrentas denunciadas: mantener los servicios sanitarios "públicos y gratuitos" al margen de las leyes del mercado.

Llegados a la plaza de A Quintana, y subidos a un pequeño escenario, portavoces de diferentes comarcas expusieron las problemáticas concretas de sus territorios. Mientras en O Salnés exigen "autonomía" para el hospital de Vilagarcía de Arousa, en Lugo el centro que hoy inaugura la conselleira Pilar Farjas "abre con unas pocas consultas, a pesar de que estaba presupuestado por el anterior Gobierno". El representante de la plataforma en Ferrol sintetizó el malestar de los manifestantes al calificar "la política privatizadora de Feijóo" de "marea de chapapote".

La actriz Patricia Vázquez se encargó de conducir las intervenciones finales de la manifestación. "Feijóo está repitiendo lo que ya hizo su amiga Esperanza Aguirre", clamó. El portavoz de S.O.S. Sanidade Pública, el médico Manuel Martín, lo detalló: "La Xunta permite del deterioro de la sanidad como paso previo a su privatización". La entrada de capital empresarial en la construcción y gestión de nuevos centros médicos "como en Valencia o en Madrid, también gobernadas por el PP" preocupan no solo a los pacientes, sino también a los trabajadores. El "abandono" del plan de drogas o el retraso en el proyecto del hospital de Lugo conforman, en su opinión, consecuencias del giro en las políticas sanitarias tras las elecciones del 1 de marzo del pasado año, cuando el PP recuperó la Xunta.

La escritora Marilar Aleixandre leyó el manifiesto firmado por operarios de la cultura e intelectuales. "En tiempo de malas cosechas rondan los zorros y bajan los lobos del monte", metaforizó, "pero nosotros sentimos orgullo de nuestra sanidad pública, un logro de la lucha de generaciones y generaciones de trabajadores y trabajadoras".

Los manifestantes abarrotan la plaza de A Quintana en protesta por la política sanitaria de la Xunta de Feijóo.
Los manifestantes abarrotan la plaza de A Quintana en protesta por la política sanitaria de la Xunta de Feijóo.ÓSCAR CORRAL

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