Los jueces tienen inmovilizados 242 inmuebles de los narcos por blanqueo

Los viejos y nuevos clanes del narcotráfico son bastante más pobres. La Fiscalía Antidroga de Pontevedra y la Agencia Tributaria libraron en los últimos cuatro años la mayor batalla contra el blanqueo de dinero con unos resultados sintomáticos de las fortunas que levantaron las principales bandas dedicadas al negocio de la cocaína y del hachís.

Hacienda ha ido desenmarañando la madeja de propiedades y testaferros que ponen en el punto de mira hasta 242 inmuebles que han sido inmovilizados por los jueces. Actuaciones paralelas a las incautaciones de alijos en los que se vieron implicadas las organizaciones más importantes que venían operando desde 2006 en las costas gallegas.

Los embargos preventivos se detallan en nueve sumarios judiciales abiertos por blanqueo y que arrojan unas inversiones inmobiliarias que superan los 83 millones. Edificios, fincas, chalés, hoteles, pisos y garajes bajo sospecha fueron descubiertos por la unidad especial operativa contra el fraude fiscal de Vigilancia Aduanera y que en su mayor parte se encuentran en Arousa.

La justicia ha inmovilizado 500 millones en bienes de Los Pasteleros

Al Culebras le encontraron 7,8 millones de euros en efectivo

En el listado de la Agencia Tributaria se detalla el patrimonio intervenido que corresponde a cada organización. El caso más paradigmático es el del difunto Manuel Abal Feijoo, Patoco, al que se le relaciona con hasta 124 inmuebles valorados en 30 millones y a nombre de familiares y testaferros. 67 de estos inmuebles, ubicados en la comarca de O Salnés, Vigo y Cangas (Pontevedra), Santiago, Ordes (A Coruña) y Marbella (Málaga), ya se han embargado. Entre ellos figura un hotel y dos edificios con locales comerciales en Portonovo, así como otros dos bloques en la playa de Silgar (Sanxenxo).

Otro histórico como Rafael Bugallo, El Mulo, y su socio Enrique Martínez Santiago, Pimpo, amasaron un enorme patrimonio con el transporte de estupefacientes, aunque no alcanzaron las cifras del que fuera su mayor competidor. Hacienda les descubrió hasta 23 inmuebles, entre los que se relacionan diez casas y seis fincas, valorados en 3,4 millones.

El cambadés Ramiro Vázquez Roma es otro de los investigados a raíz de la captura de un alijo de cocaína de 4.500 kilos en 2007. Aunque sin antecedentes penales, Vázquez Roma había formado su propia compañía para el narcotráfico, operando desde Viana do Castelo (Portugal), donde tenía un astillero para construir las planeadoras. Además de las inversiones que hizo en el país vecino, Hacienda tiene inmovilizadas hasta 11 propiedades con las que aparece vinculado, una de ellas es un hotel en el polígono industrial de Ribadumia y que estaba a punto de inaugurar. El valor de los bienes intervenidos es de 2,75 millones de euros.

Otro de los históricos que vio reducido a mínimos su ostentoso capital es el vigués Juan Carlos González Martín, Culebras, al que la investigación de la Agencia Tributaria pilló por sorpresa, ya que sólo en efectivo fueron localizados 7,8 millones de euros. Este narcotraficante había invertido 13 millones de euros en promociones inmobiliarias a través de sociedades interpuestas y pelotazos urbanísticos. Las inversiones se gestionaban a través de de una comunidad de bienes formada por miembros de su familia.

En el ranking de las grandes fortunas se encuentra Marcial Dorado, según el inventario que Hacienda ha hecho de su patrimonio, una investigación que por primera vez se combinó con expertos policiales y financieros de diferentes países. Fincas en Portugal, Avila, Illa de Arousa, parkings en Vilagarcía y Málaga así como varios locales comerciales en Santiago fueron tasadas en más de 16 millones.

En octubre de 2009, la Audiencia Nacional procesaba por narcotráfico a 20 integrantes de la banda de Los Pasteleros, presuntamente dirigida por Óscar Manuel Rial Iglesias. La investigación patrimonial de esta banda arroja cifras sin precedentes: 500 millones de euros en bienes inmovilizados preventivamente, pertenecientes a Rial Iglesias y a sus socios: José Constante Piñeiro Búa, Costiñas; José Andrés Bóveda Ozores, Charly; Francisco Padín Fernández y los hermanos Juan y Francisco Cañón García.