El alcalde de Carnota denuncia presiones de las inmobiliarias
"Si lo permitimos, nos construyen hasta encima de la playa", afirma
Carnota es todavía una razonable excepción en la fiebre urbanizadora de la costa de Galicia. No sin esfuerzo. "En los últimos años, hemos recibido constantes presiones urbanísticas de decenas de promotoras inmobiliarias para urbanizar el litoral", denunció ayer su alcalde en funciones, Xosé Manuel García. Las empresas llegan a pagar hasta 200 euros por metro cuadrado. "Si las dejamos, nos urbanizan hasta la playa", ironiza.
Xosé Manuel García, del BNG, preside el gobierno local de Carnota desde 1999. En las pasadas municipales no optó a la reelección. Deja el cargo sin sucumbir a la fiebre urbanizadora que está arrasando el litoral gallego, a pesar de las peculiares características geográficas de Carnota, en una estrecha franja entre la Serra de Outes y el mar. Durante estos ocho años, asegura, ha recibido "decenas de proyectos" de promotoras que afectaban al litoral.
"Las empresas presionan para que se construya en la costa y también presionan los propios vecinos, para conseguir que se les revalorice el suelo", afirma el alcalde en funciones, que reconoce la necesidad de tomar medidas urgentes, como la suspensión de los desarrollos urbanísticos en la franja costera de 500 metros. Xosé Manuel García asegura que la presión que el Ayuntamiento recibe de las inmobiliarias ha ido creciendo a lo largo de estos ocho años, especialmente durante los últimos meses.
En estos años, se están promoviendo proyectos de inmobiliarias "sobre todo foráneas". "Vienen de Elche, Alicante, Madrid, Lugo, Vigo, Sanxenxo... Pero también llegan de empresas locales, de Fisterra, Cee o Corcubión". Xosé Manuel García considera que el Ayuntamiento "ha ido atajando" esta presión. "Pero como bajemos un poco la guardia, acaban con todo", apostilla.
El problema, describió el aún alcalde, se encuentra principalmente en los terrenos urbanizables, que van cayendo en manos de los promotores para presentar planes "al límite de la legalidad". El Ayuntamiento de Carnota, que se rige por normas subsidiarias, está tramitando un nuevo plan general de ordenación municipal.
Las declaraciones de García provocaron el asombro del futuro alcalde de Carnota, José Oreiro, del PP. "Si había presiones, no entiendo por qué no las ha denunciado antes", explicó el también diputado nacional, ganador con mayoría absoluta en las pasadas municipales. Pese a todo, Oreiro confirma la existencia de operaciones especulativas relacionadas con el suelo. "Se están pagando auténticas barbaridades por suelo que ahora figura como rústico", denuncia. ¿Información privilegiada? "Yo no he dicho eso, pero alguna referencia tendrían las promotoras para pagar tanto dinero". Oreiro aseguró que conocer la situación urbanística real de Carnota será su primera tarea cuando se siente en el despacho de la alcaldía, el próximo 18 de junio.
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