PAI edita desde Casa de Tolos seis discos de artistas gallegos
Nadie espera que Casa de Tolos sea una casa de locos, pero tampoco un estudio de grabación ultramoderno. Son las instalaciones del sello PAI (Produccións Audiovisuais Inxeniosas) en una finca cercana a Gondomar (Pontevedra)y de ella acaban de salir seis discos de autores gallegos olvidados de las grandes discográficas o por los que, simplemente, no apostarían en una primera jugada.
Es el caso de Sete Saias, un dúo femenino de voces y arpas formado en el aula de Rodrigo Romaní en el Conservatorio de Música Tradicional de la Escola de Artes e Oficios de Vigo. Su primer disco, excepcional desde la portada, reproduce una obra especialmente creada para ellas por el pintor Xavier Magalhães. Al bajista de Siniestro Total, Segundo Grandío, uno de los motores de Casa de Tolo, se le cae la baba con Sete Saias, cuyo potencial ha sido reforzado con las producciones de Xosé Manuel Budiño, Xosé Lid, Fernando Abreu y el propio Grandío.
La música tradicional llega vestida de Navidad. Quiquiriquí es el primer intento de recuperar los cantos gallegos de Navidad de la mano de la Asociación de Gaiteiros Galegos y de voces como las de Uxía Senlle, Tino Baz, Pilocha o Malvela.
Cuatro de caña
La caña comienza con los vigueses Moon Cresta. Después de años rodando por los escenarios, por fin han grabado un disco. Al primer toque suena tanto a Jamiroquai que confunde. Después, el sonido se diferencia, mandan los riffs, los pies se mueven solos.
Los compostelanos Ruxe Ruxe, por su parte, llegan o salen de Casa de Tolos con su quinto disco, Comercial, puro rock en la estela de su anterior y exitoso trabajo, Fervendo.
El ex cantante de Herdeiros da Crus, Javier Maneiro, mantiene su cerrado acento gallego cantando en español La música va por dentro, tan roquero como se espera de él y, según Grandío, responsable de las mezclas, "en cuanto lo escuchas cinco minutos olvidas que Javier está cantando en español".
Fulanitos de Tal, un proyecto musical nacido en Barcelona en 1991, presenta su recopilatorio Pasarratos, y el inclasificable periodista Javier González Méndez se pone aparentemente bélico para cantar Sin novedad en el frente, su segundo disco, presentado la semana pasada en Vigo. "No os perdáis el vídeo", alerta González Méndez.
El periodista y cantante dice que perdió completamente el sentido del ridículo para grabarlo. Lo cierto es que es de lo más propio para su estilo de cantautor que ha dejado de mirarse el ombligo para "hacer un esfuerzo de empatía, intentando entender los problemas de los demás".
Produccións Audiovisuais Inxeniosas (www.pai-musica.com) ha lanzado su órdago: en estos tiempos de crisis, nada más y nada menos que seis discos de una tacada. Nadie puede dudar de que tienen fe.
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