Feijóo afirma que agotará su mandato porque eso es lo que piden los votantes
Asegura ahora que de la crisis "solo se sale entre todos" y exige ayuda al PSOE
No habrá adelanto electoral preventivo para anticiparse a los recortes de Rajoy. Por más que algunos compañeros de siglas lo hayan propuesto y que el presidente llegó a consultar a algunos conselleiros, Alberto Núñez Feijóo refrendó ayer su intención de agotar la legislatura. No garantizó que ésta vaya a llegar a marzo de 2013 -"no puedo avanzar nada sobre el mes o la semana", argumentó- pero subrayó que el mandato recibido el domingo de los ciudadanos es el de "seguir gobernando con rigor, valentía y teniendo como objetivo los intereses generales". Su objetivo es "cumplir el mandato y ser el presidente hasta que finalice la legislatura" y cuando toque, "avisar a los líderes de PSOE y Bloque antes que a los medios de comunicación".
El líder popular invoca los Pactos de la Moncloa y lamenta la herencia
El presidente zanja así el debate interno en el PP, donde algunos dirigentes abogaban por adelantar los comicios gallegos, con el argumento de la crisis, y evitar que el hipotético castigo a las medidas drásticas que se supone va a tomar el futuro Gobierno de España pueda envenenar la cita con las urnas en Galicia. Tras cerrar ese asunto y dar por finalizadas las celebraciones de la victoria, sacó pecho por los resultados en Galicia, donde el PP fue fuerza hegemónica "en el 98% de ayuntamientos" y obtuvo "los mejores resultados de las comunidades que cuentan con partidos nacionalistas". Tras esgrimir sus cifras y festejar el récord de 15 diputados (de 23 en liza) aseguró que es hora de trabajar y que las reclamaciones a Zapatero sobre el modelo de financiación (la Xunta exige 805 millones de euros y un aplazamiento de los pagos de las devoluciones a cuenta, a lo que Rajoy se comprometió en Galicia en un mitin en precampaña), incluido el recurso ante el Tribunal Constitucional, se mantendrán siempre que no haya acuerdo con el futuro Gobierno popular.
También explicitó su intención de exigir la conclusión del AVE (ayer eludió dar fechas) de las autovías, así como el apoyo a los sectores pesquero, naval y a la ganadería. "Hablaré con el Gobierno en funciones para preparar la siguiente cumbre comunitaria", anunció.
La mañana de la resaca electoral introdujo ya algunos cambios en el discurso del PP. El pasado viernes, en el epílogo de la campaña, Feijóo siguió diligente los argumentarios populares que pedían la última ración de estopa a Zapatero y Rubalcaba, y reclamó el voto para que sean los españoles y no Europa los que rescate a España. En los meses anteriores ya había repetido que el país está "intervenido de facto". Ayer, mientras la prima de riesgo, a la que aludía en los mítines aún el viernes, seguía subiendo y la Bolsa sufría nuevas caídas, Feijóo espetó: "O salimos entre todos del agujero en el que estamos, o todos nos hundiremos y permaneceremos en este agujero durante muchos años".
En esta nueva era de mayoría absoluta popular y después de arremeter durante meses contra el Gobierno socialista, el líder de la derecha gallega pidió la ayuda del que será el principal partido de la oposición en esta legislatura con un espíritu similar al de los Pactos de La Moncloa firmados durante la Transición. Feijóo aludió directamente a los socialistas: "Es muy importante tener un PSOE que esté a la altura de estas circunstancias históricas. Iniciamos una tercera transición pero con una enorme dificultad desde el punto de vista económico. Estuvimos muy juntos y con éxitos en los Pactos de la Moncloa, y no creo que el PSOE pueda desentenderse de la herencia que deja el 20 de noviembre. Estoy seguro de que habrá un responsable del PSOE que ayude al PP a solventar la herencia con la que se encuentra a partir de hoy".
Que invocase ese nuevo marco de colaboración no le llevó a enterrar el hacha: su valoración de los resultados incluyó nuevos ataques al PSdeG y a su secretario general, Pachi Vázquez. Remarcó qus la única formación que no cumplió con sus objetivos electorales puesto que obtiene peores resultados que el PSOE, mientras el BNG logró su propósito de mantener la representación, y el PP el de sumar el mayor apoyo en unas elecciones generales. Les recriminó que basasen la campaña en "recortes que no se produjeron ni se producirán". "En el pecado llevan la penitencia, en estos momentos los gallegos quieren un Gobierno que gobierne y tome decisiones, y antes las explique. En cada decisión hay que intentar pensar en los que peor lo están pasando", aseguró el presidente gallego.
Preguntado por el peso que tendrá Galicia en el futuro gobierno, evitó comprometer un número de ministros pero se felicito de que "el ministro de ministros, el único que hay seguro es un gallego que nació en la Praza do Toural" de Santiago de Compostela.
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