"La Cidade da Cultura debe buscar gestores con urgencia"
Tres expertos debaten sobre los riesgos y las oportunidades que se abren ante el mayor proyecto cultural planeado nunca en Galicia
El debate cultural de moda en Galicia es el futuro de la Cidade da Cultura, un proyecto en el que ya se han invertido cerca de 400 millones de euros y sobre el que todavía planean muchas dudas respecto a los contenidos que va a albergar. Esta misma semana, el Gobierno central anunció que será considerada como un proyecto de Estado y ha sugerido convertirla en un puente cultural que una a Europa con Iberoamérica. Tres personas que han tenido o mantienen responsabilidades en materia de gestión cultural analizan los riesgos y oportunidades del proyecto: Silvia Longueira, directora de la Fundación Luis Seoane; Encarnación Lago, responsable de la red de museos de la Diputación de Lugo, y Xerardo Estévez, arquitecto y ex alcalde de Santiago.
Xerardo Estévez: "Los proyectos culturales los hacen personas; me gustaría saber ya quiénes serán los directores"
Encarnación Lago: "Debemos plantear que si la Cidade es buena para Santiago, también lo tiene que ser para Galicia"
Silvia Longueira: "Sigo sin tener claro qué se va a hacer. Además, hay que apostar por crear una marca de las buenas"
Pregunta. Galicia cuenta en la actualidad con un buen número de museos, auditorios, centros culturales y bibliotecas. ¿Ha sido un crecimiento ordenado?
Silvia Longueira. En los años ochenta hubo que apostar por construir las infraestructuras culturales que Galicia y el resto de España no tenían. Aquí tenemos actualmente una red muy amplia de centros culturales, aunque su funcionamiento es desigual, unos van bien y otros no. El problema es que en muchos casos hemos construido la casa y nos hemos olvidado de los muebles, es decir, de los contenidos. Echo de menos, por ejemplo, la existencia de un mapa de las infraestructuras culturales que de Galicia y también que existan centros de producción cultural.
Encarnación Lago. Uno de los problemas es que el reparto de las infraestructuras es desigual. Los ciudadanos de Lugo tienen el mismo derecho a acceder a la cultura que los de A Coruña o Vigo. Es evidente que las infraestructuras han aumentado pero se ha hecho sin programación, tenemos contenedores pero no contenidos. Nosotros en la provincia de Lugo tenemos un presupuesto muy pequeño y además nos vemos obligados a cubrir necesidades que no son de nuestro ámbito. Hay infraestructuras que están olvidadas.
Xerardo Estévez. Yo creo que la evolución en estos 25 años ha sido bastante lógica. Primero tuvimos que construir las infraestructuras que no existían, luego nos convertimos en espectadores y ahora nos toca plantearnos si nos transformamos en actores. Puedo hablar del caso de la Orquesta Sinfónica de Galicia y de la Real Filharmonía, en las que al principio casi todos sus componentes eran extranjeros y ahora cuentan con gallegos en sus filas. Lo que sí echo en falta es una mayor colaboración entre administraciones para coordinar los equipamientos culturales.
E. L. Sí, es fundamental que las administraciones se pongan de acuerdo. Hay que apostar por una gestión de la cultura sin dirección política y tenemos que afrontar que hay entidades financieras que ahora dan menos apoyo porque tienen que financiar sus propios proyectos culturales.
S. L. Yo en este caso no soy tan pesimista porque al final siempre es necesaria la producción propia porque no se puede estar siempre comprando cosas fuera. Es un modelo que no se sostiene en el tiempo. Además yo creo que finalmente acabarán llegando a Galicia multinacionales extranjeras que sientan interés por lo que se está haciendo aquí.
X. E. Hay un procedimiento muy útil en todo esto que es el de dotarnos de un criterio transversal. Ese es un reto que tenemos todos. En este sentido, hay que tener en cuenta que cuando las infraestructuras ferroviarias mejoren tendremos una red de ciudades unidas por tren en un tiempo de 25 ó 30 minutos. De esta forma, un ciudadano de Santiago podrá ir a Lugo a ver un concierto y volver a dormir a su casa cómodamente. Galicia se convertirá en un sistema urbano único.
Pregunta. ¿Puede convertirse este complejo en el gran estandarte cultural gallego pese a las dudas que todavía persisten?
E. L. Tenemos que hacer el planteamiento de que si la Cidade da Cultura es buena para Santiago también lo tiene que ser para Galicia. Lo que me preocupa es que se convierta en una hipoteca para el resto de proyectos y podamos encontrarnos dentro de tres años con que la Consellería de Cultura nos diga que no hay fondos para apoyar nuestra programación.
X. E. En estos temas el movimiento se demuestra andando. En lo que se refiere a los contenedores de la Cidade la redefinición de los mismos no es radicalmente distinta de la que ya había. El problema es que hay que hacer el proyecto cultural y no sé si ya está hecho. Se deben buscar gestores con urgencia. Cuando en Santiago afrontamos el proyecto del Auditorio de Galicia, el nombramiento del gerente se hizo el mismo día que se adjudicó la obra. Los proyectos culturales los tienen que hacer las personas. Me gustaría saber ya quién será el director del Archivo, de la Hemeroteca... El Espacio Obradoiro necesita un gestor ya. Además, este proyecto requiere mucha diplomacia, hay que llamar a la puerta de las administraciones y hacer que el proyecto se convierta en algo que se asuma por los gallegos. Además, hay que recordar que la cultura mueve una parte importante del PIB del mundo. Si se tiene una visión moderna no tiene por qué convertirse en una infraestructura deficitaria. En resumen, ya hemos hablado mucho de edificios y ahora hay que hablar de personas. Da igual que sean gallegos o de Cádiz, lo importante es que tengan las ideas muy claras.
S. L. Sigo sin tener claro qué es lo que se va a hacer. Estoy de acuerdo en que el proyecto tiene que tener una identidad volcada hacia Galicia; puede ser una oportunidad excelente para unificar los sistemas de investigación. Además, hay que apostar por crear una marca y de las buenas.
Pregunta. ¿Consideran positiva la idea de convertir el proyecto en un puente cultural con Iberoamérica?
X. E. Echo de menos en el proyecto tres cosas. Parece que se ha restado protagonismo al espacio dedicado a las nuevas tecnologías. Además, creo que hay que reforzar el vínculo del proyecto con el Camino de Santiago; eso sí, con una visión moderna que apueste por convertirlo en un camino de vuelta de Galicia hacia Europa. También echo de menos un mayor énfasis en la creatividad. Por supuesto que habrá que tener cuidado en que los nuevos edificios no resten protagonismo ni patrocinadores a contenedores que ya tenemos. Si al CGAC le montan una competencia directa sin hablar con ellos será malo para ese centro, y lo mismo pasará si la Filharmonía se traslada del Auditorio al monte Gaiás. Lo mismo sucederá con los patrocinadores si todos se trasladan a la Cidade da Cultura.
E. L. Estoy de acuerdo con lo que dice Xerardo. En lo que se refiere a la creatividad, llevamos años soñando en Galicia con un centro similar a HANGAR, que funciona en Barcelona, y me imagino que los responsables del proyecto estarán pensando en algo similar. La Cidade tiene que ser un vehículo para mostrar a los demás la creatividad gallega.
S. L. Hay cosas que funcionan en otros países, como es el apoyo de multinacionales a determinados productos. A lo mejor a una gran empresa le interesa traer a Santiago una exposición de un artista internacional como Damien Hirst, por ejemplo. Esto nunca lo podríamos hacer desde una institución pública.
E. L. Eso mismo que planteas tú ya se puede hacer en Galicia en la actualidad porque hay espacios para ello. El problema es conseguir el dinero para sacar adelante un proyecto así. Hasta ahora sólo lo han hecho entidades financieras que han traído grandes exposiciones pero que las han restado de apoyos que antes daban a pequeños museos.
S. L. La idea de tender puentes desde Galicia hacia América Latina que se plantea ahora me parece muy buena. La emigración se ha convertido en un fenómeno de ida y vuelta y aquí tenemos unas condiciones únicas para aprovechar la ocasión de acercarnos más a los pueblos del otro lado del Atlántico.
X. E. Es una buena noticia que el Gobierno central se implique y también lo es extender el proyecto a Iberoamérica, porque hay un gran mercado cultural por explotar. El Ministerio de Asuntos Exteriores puede jugar un papel muy importante en esto.
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