Con uniforme y en inglés
El colegio Sanchis Yago de Castellón fue el elegido por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, para inaugurar de forma oficial el curso pasado. Fue el único centro de Primaria de la provincia de Castellón que se acogió a la iniciativa del uniforme y, para este curso, es uno de los tres elegidos para desarrollar el proyecto experimental de plurilingüismo, unificando así, en un solo centro, las dos iniciativas más significativas de la política educativa del Consell para Infantil y Primaria.
Este año, el inicio de curso en el Sanchis Yago no ha tenido tanto boato, pero resulta significativo que mientras entonces quedaron plazas vacantes en infantil, este año no sólo se han cubierto las dos aulas, sino que se han quedado solicitudes por atender.
Los niños de tres años recibirán las clases en inglés y contarán con tutoras con doble titulación, la de educación infantil y la de inglés. Una de las maestras, que ya estuvo antes en el centro, es nativa, algo que a la mayoría de los padres les ha parecido una "buena noticia".
La llegada de los niños de tres años se realizará de forma escalonada, de cinco en cinco, hasta el próximo día 21. Aún así, Susana está "contenta". Tiene un hijo en primaria que lleva uniforme y el pequeño comenzará la próxima semana sus clases en inglés, algo que cree que "funcionará". "Es por el bien de ellos", asegura satisfecha, aunque lamenta que la iniciativa no alcance a su hijo mayor. Ana, madre de otro de los niños que utiliza uniforme y de una niña que empezará Infantil, también celebra la idea pese a que manifiesta su preocupación por el futuro de estos niños. "Siempre somos los de los experimentos y éste está bien, pero ¿qué pasará cuando los niños pasen a Primaria?", se pregunta. "¿Seguirán con una asignatura en inglés, con varias, serán realmente plurilingües?", añade. Ana comenta que la mayoría de los padres están contentos con el proyecto, aunque preocupados por si no pueden ayudar a sus hijos en el caso de que lleguen a cursar asignaturas en inglés.
Pese a que el colegio no ha tenido ninguna reforma de importancia en sus casi 30 años de vida, la lavada de cara que le dieron al principio del pasado curso aún pervive. El porche se mantiene repintado de verde, las paredes conservan la pintura en buen estado y las persianas siguen lustrosas. El trabajo de jardinería se ha mantenido y los "parches" en el patio hacen que parezca más unificado.
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