Los padres de las niñas de la vacuna se sienten "solos"

"Solos y abandonados". Con este ánimo se encuentran los padres de las dos chicas ingresadas en el hospital Clínico de Valencia que sufren convulsiones periódicas tras administrarles la vacuna del papiloma hace mes y medio, según comentó ayer Juan, el padre de Raquel, de 14 años. Esta chica permanece en la unidad de cuidados intensivos tras sufrir, de nuevo, temblores el martes.

La otra de las adolescentes, Karla, de 15 años, permanecía ayer en una habitación del centro sanitario después de una breve estancia en casa -recibió el alta hospitalaria el lunes, contra la opinión de sus padres, y volvió al Clínico el martes-. Según Vicente Herrera, portavoz de las familias, tenía 37,8 grados de fiebre y temblores en los miembros inferiores que derivaron en convulsiones y pérdida de conciencia. Para la Consejería de Sanidad, sin embargo, lo que padeció es una crisis de ansiedad.

El padre de Karla insistió ayer en declaraciones a Europa Press en el abandono que sufren las dos familias de las administraciones sanitarias, a quienes acusan de no facilitarles información. Se lamentan, por ejemplo, de que nadie les ha comunicado oficialmente de la constitución del panel de expertos creado por el Ministerio de Sanidad "y cuando preguntamos nos remiten al Ministerio pero no sabemos si están trabajando o no. No sabemos nada".

El padre de la paciente comentó que están en contacto con un equipo de abogados que "ya están iniciando acciones legales" contra "todos" quienes tienen responsabilidades en el caso.

Las agencias del medicamento española y europea han avalado la vacunación del papiloma, que previene del cáncer de cuello de útero, y no han encontrado una relación entre la inyección y los efectos que padecen las dos adolescentes.