El desempleo aumenta por encima de la media y la afiliación sigue cayendo

El mercado laboral valenciano mantiene la tónica de los dos últimos años: sigue la trayectoria de España pero por caminos más tortuosos. Los datos publicados ayer por el Ministerio de Trabajo revelaron que el paro registrado creció en el Estado un 0,87%, 35.988 personas, en marzo respecto a febrero, hasta alcanzar las 4.166.613. En la Comunidad Valenciana también lo hizo, pero más: un 1,3%, 6.599 nuevos desempleados, hasta alcanzar los 513.588.

La resistencia de la economía autonómica a dar señales (aunque mínimas) de recuperación quedó de manifiesto en los datos de afiliación a la Seguridad Social. Mientras que en España aumentó en 22.457 trabajadores (0,13%), en el territorio valenciano volvió a caer en 2.800 (un -0,16%), dejando huérfano al Consell de uno de los pocos síntomas positivos de la jornada.

El paro bajó en cuatro autonomías y rozó la recuperación en otras (en Andalucía subió un 0,06%). La Comunidad Valenciana se situó, por su parte, como la quinta comunidad en la que más creció el desempleo.

La composición del nuevo contingente de parados puso de relieve uno de los problemas específicos que atenazan a la economía valenciana: la difícil metabolización del ladrillo. Mientras en el conjunto del Estado el paro remitió levemente en el sector de la construcción (1.103 parados menos), en la Comunidad Valenciana siguió la destrucción de empleo, con 1.085 nuevos desempleados apuntados a las oficinas públicas de empleo respecto al mes de febrero. La agricultura (con 967 parados más), los servicios (2.137), la industria (930) y las personas sin empleo anterior (1.480), tampoco ofrecieron buenas noticias.

La Generalitat volvió a agarrarse al argumento de que continúa la "desaceleración" en la destrucción de empleo para intentar salvar la cara. El líder de los socialistas, Jorge Alarte, acusó al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, de "abandonar a los valencianos" y de estar preocupado, sobre todo, por el caso Gürtel.