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Reportaje:

Sonrisas contra la violencia

La Unió de Periodistes y la CAM ofrecen una muestra en la que han participado 200 humoristas gráficos de 42 países

La primera víctima de la violencia fue Eva, condenada a cargar sobre sus espaldas un mundo en forma de manzana mientras Adán, un ángel y el propio Dios se ríen de ella. Esa es la particular visión de la violencia de Elena Ospina, que firma simplemente como Elena, una de los 200 dibujantes que participan en la IV Mostra d'Humor Gràfic que organiza la Unió de Periodistes Valencians en colaboración con la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y que este año se centra en la violencia.

La muestra, abierta hasta el 12 de noviembre en La Llotgeta (plaza del Mercat, 2 de Valencia), abarca todo tipo de comportamientos violentos, desde las guerras a los malos tratos infantiles, desde la violencia de género a los conflictos religiosos, desde el maltrato a los animales hasta la agresividad en los medios. "Es difícil usar la palabra humor en el tema de la violencia, quizá sea más apropiado hablar de sátira", explica Juli Sanchis, más conocido como Harca, vicepresidente de la sección española de la Federation of Cartoonist Organisations (FECO), una institución creada par potenciar y difundir el dibujo de humor, sobre todo en tiempos de amenazas integristas o persecuciones políticas. "Tratamos de poner en evidencia una actitud indeseable, poner en evidencia a los violentos", añade Sanchis.

Y eso es lo que consiguen los casi 200 humoristas de 42 países que han respondido con 463 dibujos a la convocatoria. Al final, en La Llotgeta se exponen 180 dibujos, cuya única característica común es que "carecen de bocadillos", es decir, no hay que leer nada y por ello son aptos para cualquier idioma. "Es sorprendente que desde distintos continentes lleguen ilustraciones con la misma idea, aunque, por supuesto, con distintas estéticas", explica Sanchis.

Políticos persiguiendo a la libertad de expresión para encarcelarla, terroristas comprando material para el próximo atentado o la Mona Lisa transmutada en mujer con burka, todo puede ser objeto, siempre con respeto, de una mirada satírica.

Para la Unió, la intención es que "la pericia y el ingenio gráfico" de los dibujantes sean el catalizador necesario para que durante unos segundos a los espectadores se les despierte la conciencia para reaccionar, "aunque solo sea con una tímida sonrisa, delante de cualquier situación agresiva".

Dibujo de Ángel Boligan (México), titulado <i>Videojuegos y violencia</i>, en la IV Mostra d&#39;Humor Gràfic.
Dibujo de Ángel Boligan (México), titulado Videojuegos y violencia, en la IV Mostra d'Humor Gràfic.

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