Ruinas fenicias piden auxilio
El Ayuntamiento de Guardamar del Segura exige a la consejería un plan para frenar la destrucción del yacimiento de La Fonteta
El rico legado histórico y arqueológico de Guardamar del Segura está en peligro por la "desidia de la Generalitat, que ha descuidado su conservación y mantenimiento", denuncia la alcaldesa, Marylène Albentosa.
Los dos yacimientos más destacados, que se localizan junto a la desembocadura del río Segura, en el denominado Parque Urbano Alfonso XIII, son una Rábita Califal, conjunto religioso de época islámica, fechado en los siglos X y XI; y el yacimiento de la Fonteta, un complejo urbano de época colonial fenicia datado entre los siglos VIII al VI a. C. "Ambos yacimientos hallados bajo las dunas de arenas a principios del siglo XX destacan por su excepcional estado de conservación", explica el arqueólogo municipal, Antonio García Menárguez.
La alcaldesa denuncia "la total desidia de la Generalitat"
El yacimiento es un complejo urbano fenicio del siglo VIII a.C.
La Rábita Califal de Guardamar es un conjunto religioso excepcional y de singular valor, "sin duda uno de los pocos que se conocen en la Península Ibérica y en el mundo islámico en general", agrega el experto. El yacimiento fue restaurado en 1996 por el Ministerio de Cultura. Sin embargo, a diferencia de la Rábita, las actuaciones arqueológicas realizadas en el yacimiento fenicio se han centrado sólo y exclusivamente en trabajos de investigación, apenas se han adoptado medidas preventivas de protección y no se han desarrollado trabajos de restauración. En la actualidad se observa un proceso de "deterioro y abandono generalizado que genera toda una serie de patologías que están ocasionado la progresiva destrucción del yacimiento", se queja la alcaldesa socialista.
La normativa sobre Patrimonio Cultural Valenciano establece el deber que tienen los ayuntamientos de proteger y dar a conocer los valores culturales de su patrimonio, pero los ayuntamientos deberán comunicar a la Generalitat el peligro de destrucción o deterioro que sufran los bienes integrantes del patrimonio, así como las dificultades o necesidades que puedan tener. "Por eso, y dado que los yacimientos fueron declarados como BIC (Bien de Interés Cultural), corresponde a la Consejería de Cultura adoptar las medidas oportunas para evitar su deterioro y destrucción", sostiene Albentosa. La alcaldesa denuncia la "total desidia en el mantenimiento, conservación" por parte de la Generalitat, y considera "absolutamente necesario realizar un proyecto integral que haga compatible la continuidad de la investigación con la puesta en valor de los yacimientos". Hace unos meses se derrumbó, por la lluvia, un muro del yacimiento. El Ayuntamiento denunció este problema a la consejería, que ahora destinará 13.000 euros para restaurarlo, "pero exigimos una actuación integral, que evite nuevos derrumbamientos", concluye la regidora.
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