La Fe prepara la gran mudanza

La imagen más espectacular del traslado al nuevo hospital La Fe tendrá lugar en dos domingos sucesivos, entre el 16 de enero y el 6 de febrero. Durante esos dos días, a lo largo de 24 horas, una caravana de decenas de ambulancias transportará a los enfermos del centro de Campanar a las nuevas habitaciones del hospital de Malilla. Primero, los 130 de los pabellones maternal e infantil, y el domingo siguiente, a los 250 adultos del central.

La fecha final aún no se ha fijado porque depende de distintas variables. Por un lado, se tratará de evitar condiciones meteorológicas especialmente incómodas -frío, lluvia-. Por otro, Sanidad y el Ayuntamiento buscarán la mejor fecha para reservar un carril exclusivo para los vehículos sanitarios que recorran este cordón umbilical que transcurrirá a través del bulevar sur.

Las citas de control aplazadas se distribuirán en el mes de diciembre

El ingreso de los pacientes procedentes del viejo hospital será simultáneo a la apertura de las urgencias. Todo ello sucederá a finales del mes de enero o principios de febrero. Una vez resuelta esta complicada operación de logística, se habrá cubierto la etapa más compleja de la particular mudanza a la que se enfrenta el mayor hospital del territorio valenciano y que se prolongará entre finales de noviembre y mediados de marzo. Antes, desde el 29 de noviembre, habrán entrado en funcionamiento de forma progresiva todas las consultas externas.

"Es algo así como trasladar a 1.500 familias de un mismo barrio a 1.500 casas a la vez", comentaba ayer el Consejero de Sanidad, Manuel Cervera, al ofrecer el calendario detallado de la puesta en marcha del nuevo macrohospital. Pero no es solo eso. Antes, hay que ajustar la funcionalidad de las instalaciones de los distintos servicios; instalar y comprobar que los 70 millones en tecnología (más el equipamiento trasladado desde Campanar) funcionan correctamente y que están operativos los 6.000 puestos de trabajo de los empleados del centro sanitario.

Para ello, a principios de noviembre y principios de diciembre se realizarán simulacros de funcionamiento en las consultas externas y la hospitalización con trabajadores y equipamiento real y pacientes ficticios.

Todos estos preparativos, sin embargo, no podrán evitar alteraciones en la atención a los 210.000 valencianos que tienen en el hospital su centro de referencia.

A los pacientes con una intervención en fecha coincidente con el traslado y que pertenecen a otros departamentos se les está ofreciendo operarse en su hospital de origen. Se trata de gente que antes vivía en el entorno del hospital y cambió de domicilio pero siguió acudiendo a su médico o residentes en localidades que pasaron a depender de otro centro, como Manises o Alzira. Hasta el momento, según Sanidad, 400 personas -entre el 60% y el 70% de pacientes a los que se les ha ofrecido- ya han aceptado ser derivadas al hospital General de Valencia, el de Alicante, La Ribera o Manises.

También durante el periodo de la mudanza, las citaciones de pacientes de consultas externas se derivarán a sus departamentos de origen.

Además, durante los meses de septiembre y octubre, el hospital optó por no dar citas de seguimiento a pacientes para evitar confusiones entre el nuevo y el viejo hospital. Al no estar diseñado entonces el calendario de traslados y no poder citar en uno u otro centro, se ha optado por dejar huecos a lo largo de diciembre para ir citando a toda esta gente una vez definidos los plazos de la mudanza. La consulta será en Campanar si ese servicio aún no se ha trasladado, o en las nuevas instalaciones, si ya ha hecho la mudanza.

En las antiguas instalaciones del pabellón central de La Fe se habilitará un área de hospitalización para pacientes crónicos con unas 120 camas. Además, se mantendrá un servicio de urgencias capaz de atender unos 200 pacientes al día. El aprovechamiento final del resto de instalaciones se decidirá en un plan director aún pendiente de elaborar.