Carlos Fabra se despide de Colomer: "Hasta nunca"

El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, no quiso que el que ha sido su acicate durante los últimos cuatro años, el portavoz del Grupo Socialista, Francesc Colomer, se convirtiera en protagonista de su despedida. Ni siquiera lo nombró. Ni durante su intervención ni cuando, ante los medios, se refirió a él como "ese señor que me ha dirigido la palabra". La única referencia fue al situarlo, sutilmente, entre quienes no han buscado el camino de la "cordialidad pese a las discrepancias políticas", tal como dijo. Y se despidió con un "adiós, hasta nunca".

Carente de emoción, al contrario de lo ocurrido con el personal discurso leído el día de la inauguración del aeropuerto, Fabra presidió ayer su último pleno de la Diputación tras 24 años en la institución -ocho en la oposición y 16 en el Gobierno-. Y lo dejó bien claro. "No tengo ninguna reserva mental para irme, lo he hecho cuando he querido y he sido yo quien ha marcado mi hoja de ruta", dijo.

Sin atisbo de autocrítica, ni referencia a la situación judicial en la que se encuentra, imputado por tráfico de influencias, cohecho y fraude fiscal, solo lamentó dejarse alguna obra por hacer "y no haber podido ver aterrizar aviones siendo presidente de esta Diputación".

Mencionó el hospital provincial como la obra de la que está "personalmente más contento" y de la que reseñó la aportación de la Generalitat Valenciana y el esfuerzo de su grupo y el suyo.

Fabra, que entró y salió del pleno entre aplausos, habló de los resultados electorales y mencionó la "paliza morrocotuda" a los socialistas. También se refirió a su sucesor, Javier Moliner, y, pese a intentar transmitir la idea de que este es autónomo, ayer no tuvo ningún reparo en desvelar que ya ha diseñado prácticamente el que será su grupo. Así, informó de los diputados provinciales que continuarán, de quiénes se van y por quiénes serán sustituidos.