La Agencia Tributaria investiga a Emarsa por supuesto delito fiscal

Dos agentes de la Agencia Tributaria inspeccionaron ayer la sede de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi), donde están depositadas las cuentas de la depuradora de Pinedo (Valencia), en busca documentación relacionada con un presunto delito fiscal que implica a la depuradora y varias empresas con sede social en Barcelona. Hacienda reclamó al Emshi las liquidaciones de impuestos del IVA y de Sociedades de los ejercicios de 2006 a 2009 de Emarsa. Los funcionarios pasaron horas comprobando la documentación, de la que los agentes se llevaron una copia digital.

La investigación es independiente de la causa que sigue el Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia. Pero el resultado de la misma se podrá incorporar a la investigación judicial por una denuncia de los socialistas, a la que se sumó una querella del consejo de administración del Emshi por los supuestos delitos de estafa, administración desleal y malversación de fondos públicos.

Los funcionarios se llevan copia digital de los tres ejercicios inspeccionados

Los socialistas propondrán una ampliación de la querella del Emshi

La entidad metropolitana recibió hace unos días una notificación del Ministerio de Economía y Hacienda de que ayer se iniciaría una inspección de las cuentas de la depuradora de Pinedo. Desde que se aprobó la liquidación de Emarsa, los cajones de documentos de la depuradora se han trasladado a la sede del Emshi.

"Los funcionarios han estado trabajando en una sala de reuniones, donde se les ha facilitado toda la información que han requerido", explicaron desde el entorno del presidente del Emshi y alcalde de Manises, Enrique Crespo, del PP. Los dos funcionarios de la Agencia Tributaria volverán el 30 de noviembre a la sede.

Los socialistas, los primeros en denunciar a la fiscalía supuestas irregularidades en la depuradora de Pinedo, -una de las más grandes de la Comunidad Valenciana, desvelaron hace unos días que tres empresas, dos de ellas con sede en Barcelona y una tercera instalada en Igualada, facturaron a Emarsa entre 2005 y 2010 unos 15 millones de euros por unos servicios que, según sospechan, no se ejecutaron. La oposición obtuvo estos datos de las cuentas de Emarsa entregadas por el Emshi.

La inspección ocasionó un gran revuelo dentro y fuera de las oficinas del Emshi. El gerente, Joaquín Juste, no quiso hacer declaraciones y remitió al responsable político.Las anomalías en la gestión de la depuradora no han cesado de aflorar desde poco antes de que el PP, gracias a su mayoría en Emarsa y el Emshi, aprobase la liquidación de la primera. Desde primera hora, el PSPV-PSOE de la provincia de Valencia ha vinculado el escándalo al PP. A este partido pertenecían algunos de los directivos de la depuradora y también algunos proveedores. Es el caso del ex concejal del PP en el Ayuntamiento de Valencia Juan Carlos Gimeno, que aparece en los libros de Emarsa como proveedor entre los años 2005 a 2010. Fueron seis ejercicios consecutivos.

Las facturaciones a su empresa, Instituto de Empresa del Mediterráneo, SL, se empezaron a producir después de que el ex concejal municipal del PP dejara su puesto de trabajo en la depuradora. En el Registro Mercantil, esta empresa aparece como especializada en servicios de consultoría empresarial, formación y organización de congresos y eventos. Los socialistas han solicitado los informes realizados por la firma de Gimeno, pero nadie los encuentra. La oposición los ha solicitado formalmente, pero nadie se los entrega, por lo que sospechan que nunca se hicieron.

Los pagos de Emarsa al Instituto de la Empresa del Mediterráneo han sido regulares desde 2005. En ese año consta un pago a la firma de Gimeno por importe de 50.112 euros. Al año siguiente fueron 52.617; al siguiente 71.252 y así hasta 2010, donde aparece una factura de 29.166 euros. La suma global asciende a 304.870 euros.

Los socialistas vincularon la inspección de la Agencia Tributaria a la denuncia que presentaron a la fiscalía hace unas semanas tras descubrir en las auditorías de legalidad cosas realmente graves. El socialista José Manuel Alcayna, consejero en el Emshi y portavoz de su partido en el Ayuntamiento de Alcàsser, apuntó en dirección a Crespo como responsable político del escándalo destapado en Emarsa. Hasta el momento, el PSPV ha estimado el agujero económico en la depuradora de Pinedo en 16 millones de euros. Aunque la cantidad puede crecer todavía. La sociedad Notec, encargada del tratamiento de lodos de Pinedo, reclama ahora una indemnización por daños de unos 24 millones de euros por la rescisión unilateral del contrato.

Los tribunales investigan una gran cantidad de material relacionado con la gestión de la depuradora de Pinedo. Los socialistas denunciaron a la fiscalía y al Tribunal de Cuentas las anomalías y más tarde les siguió el propio Emshi, entidad heredera de las deudas de la depuradora de Pinedo.

A propuesta de los técnicos de la entidad metropolitana, los tres partidos políticos con representación -PP, PSPV y EU- formalizaron una querella a los juzgados por supuesta estafa contra el gerente de Emarsa, Esteban Cuesta, el director económico-financiero, Enrique Arnal, y tres proveedores de Emarsa que facturaron servicios y materiales que los peritos no han encontrado en las instalaciones de la depuradora tras una inspección ocular.

Ramón Marí, portavoz del PSPV-PSOE en los órganos de gobierno del Emshi, confía en una ampliación de la querella a la vista de los nuevos datos descubiertos, así como la solicitud de mayores fianzas a los querellados. Esta cuestión se planteará en el próximo consejo de administración, previsto para mañana jueves, anticipó Alcayna.

La depuradora de Pinedo, ahora dependiente de la red de depuración de la Generalitat -a través del EPSAR-, está gestionada desde el pasado verano por una unión temporal de la firma Aguas de Valencia y otras dos empresas.

Por las estaciones I y II de Pinedo pasa cerca de un tercio de las aguas negras que se generan en la Comunidad Valenciana. La depuradora tiene capacidad para depurar unos 375.000 metros cúbicos al día. La planta cuenta con una plantilla de más de 100 empleados.