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El poder de los datos contra el cambio climático

Veolia impulsa el uso del internet de las cosas, el ‘big data’ y la inteligencia artificial para optimizar la gestión del agua, garantizando así un futuro sostenible y resiliente para la sociedad

Veolia procesa más de 50 millones de datos diarios mediante telelectura para optimizar la gestión del agua.

La dana en Valencia ha sido uno de los episodios más recientes de una meteorología cada vez más extrema y alterada, prueba fehaciente del impacto del cambio climático en nuestra sociedad. Urge transformar la gestión de los recursos naturales en general, y el agua en particular, mediante infraestructuras eficientes que aseguren el suministro continuo y sostenible para ciudades, industrias y agricultura.

Veolia, referente mundial de la transformación ecológica, consciente de esta necesidad, apuesta por la digitalización y la innovación al integrar tecnología avanzada dedicada a optimizar la gestión del agua y a fomentar la economía circular. Dando servicio a 13,5 millones de personas en más de 1.100 municipios en España, la compañía impulsa soluciones digitales que hagan frente a la crisis hídrica.

La compañía implementa gemelos digitales y modelos predictivos para mejorar la resiliencia hídrica

Gracias a la integración de estas soluciones, se ha puesto en marcha un monitoreo en tiempo real con sensores IoT (internet de las cosas) y análisis predictivo, que detecta problemas antes de que sucedan, mejorando los procesos de toma de decisiones al hacerlos más precisos y eficaces. Ejemplo de ello es su red de centros Dinapsis Hubgrade by Veolia, que hace uso de estas tecnologías para controlar patrones de consumo, alteraciones en la calidad del agua o detección de fugas, con una reducción de tiempo y energía.

En el marco del PERTE de Digitalización del Agua, Veolia lidera proyectos estratégicos en Barcelona y Alicante, entre otros, implementando gemelos digitales y modelos matemáticos para mejorar la resiliencia hídrica. Iniciativas, en definitiva, que no sólo optimizan el uso del agua, sino que también suponen un paso decisivo hacia un futuro más sostenible y adaptado a los desafíos climáticos.