Un proyecto deRenault

La campeona que cambió tres veces de vida en busca del hielo

La patinadora olímpica Sara Hurtado, la mejor de su especialidad en España, acaba de dar otro vuelco a su trayectoria. Este verano abandonó su vida en Rusia para volver a Madrid, un giro que le ha llevado a dejar la competición y abrir una escuela donde transmitir su pasión por el deporte y la naturaleza

Sara Hurtado no tiene frío. Está habituada a los dos grados bajo cero que marca el termómetro en su paseo por la Vall d’Aran (Lleida). Para ella son solo un número. Este valle no es, ni de lejos, el lugar más gélido en el que ha estado. Fija la vista en las copas nevadas de los árboles y reflexiona en voz alta: “Me he pasado la vida persiguiendo el hielo”. Y vaya si lo ha hecho.

Hasta junio de este año, esta patinadora que practica la especialidad de la danza sobre hielo por parejas, 10 veces campeona de España y olímpica en Sochi 2014 y Pyeongchang 2018, vivía en Moscú. Una ciudad idónea para recalar en esa “búsqueda”, donde contaba con unos buenos entrenadores y excelentes condiciones para practicar su deporte junto a su pareja deportiva, Kirill Jalyavin. A causa de la guerra en Ucrania, cambiaron Rusia por España este verano, lo que implicaba quedarse sin ese entrenamiento. En vez de precipitarse, decidieron tomar perspectiva sobre su vida profesional, poner las luces largas y pensar qué hacer. Solo una cosa se mantenía indemne: la búsqueda del hielo.

Hurtado explica en el vídeo que acompaña a este artículo su orgullo por haber sido la promotora de esta disciplina, la danza sobre hielo, en nuestro país. Desde muy joven demostró talento para ella, y una combinación entre el buen hacer de la Federación Española de Deportes de Hielo y su empeño personal llevó a la propia federación a traer del extranjero a un entrenador de danza para que Hurtado ensayara sus coreografías, ya que aquí no había. Es algo que no había sucedido jamás y que, por tanto, constituía el nacimiento de la danza sobre hielo en España. Dejó su casa materna. El primer gran giro que el hielo dio a su vida. Luego llegó su traslado a Rusia y ahora, muchas medallas, muchos viajes y una retirada después, Sara Hurtado ha encontrado el hielo de nuevo: ha fundado una escuela, la SK International Ice Dance School, en Madrid, junto a Jalyavin: “No me quería resignar a quedarme para mí todo lo que he aprendido en el viaje de mi vida. Necesito transmitirlo”, reconoce. Ahora es ella la entrenadora. Se ha propuesto que los jóvenes patinadores que quieran aprender al más alto nivel puedan hacerlo en España sin tener que renunciar a su familia, a sus amigos y a su tierra.

El vínculo de Sara con el hielo sigue ahí, indeleble. Porque, en sus propias palabras, se lo ha dado todo: “Mi deporte no existiría sin él”. Así de simple. “Por eso, cuando veo por las noticias cómo se derriten los polos, se me rompe el corazón”. Lo dice mientras pasea, en Aran, por las primeras nieves del invierno, en su entorno. Una parada más en ese viaje por la vida y la naturaleza, una dualidad que para Hurtado nunca ha existido.

CRÉDITOS

Coordinación editorial:  Juan Antonio Carbajo y Francis Pachá 
Realización y dirección de fotografía:  Francisco Javier Ramírez Carro
Producción ejecutiva: Alejandro Bielsa
Producción:  Pilar Vígara, Aitana Sánchez Calero, Andrea Amorós Aracil, Gloria Díaz Gento
Redacción:  Samuel Martínez Rodríguez 
Operadores de cámara:  Guillermo de Oya, Guillermo López, María Page
Sonido: Christian Aira Bewick
Edición: Paula D. Molero
Color Guillermo López Peña 
Driver: Cosmin Vladut


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