Cómo evitar intoxicaciones en el uso de productos de limpieza
Una mayor frecuencia de las limpiezas a causa del coronavirus se ha traducido en un aumento de intoxicaciones por la mezcla de productos. Estos son los consejos para realizar una correcta higiene del hogar
El coronavirus lo cambió todo de un día para otro. Para frenar los contagios, las autoridades nos prohibieron ver a nuestros amigos y familiares y pidieron que renováramos nuestros hábitos de higiene y nos insistieron en la necesidad de la desinfección. Un esfuerzo que gran parte de la ciudadanía aplicó, pero no siempre de la mejor forma. Desde el inicio de la pandemia, por ejemplo, el Instituto de Toxicología (INT) ha alertado de un aumento de intoxicaciones por la mezcla inadecuada de productos de limpieza en el hogar.
Durante el mes de marzo y las dos primeras semanas de abril, las consultas a los médicos del INT se incrementaron un 20%, con una especial incidencia de las consultas por intoxicaciones relacionadas con el uso de lejías y otros productos de limpieza de superficies. En uno de cada cuatro de los cerca de 2.000 casos de este tipo, la lejía se había mezclado de forma errónea con otros productos.
La lejía no debería mezclarse nunca con otros productos, pero además algunas combinaciones pueden ser particularmente graves. Por ejemplo, las autoridades sanitarias recuerdan que es muy peligroso mezclar lejía con amoniaco. La combinación de ambos productos causa una reacción química que genera un gas altamente tóxico que puede desencadenar en irritaciones de las mucosas o quemaduras en la piel.
Tampoco debe mezclarse nunca con salfumán, alcohol, vinagre o productos antical porque se liberan gases tóxicos perjudiciales para la salud.
En general, es recomendable seguir una serie de precauciones al usar este tipo de productos:
- Ventilar bien la estancia donde se realizan tareas de limpieza. Respirar los vapores de algunos productos como la lejía o el amoníaco en un área cerrada o mal ventilada también puede provocar intoxicaciones, algunas graves.
- Usar siempre guantes o ropa usada para proteger la piel y evitar irritaciones. También hay que prestar atención a posibles salpicaduras a los ojos y es recomendable lavarse las manos después de usar los productos.
- Seguir las dosis indicadas, especialmente en aquellas que deben diluirse antes de usar.
- Mantener los productos fuera del alcance de los niños. Asimismo, se deben conservar los mismos en el propio envase para evitar confusiones.
¿Es posible una desinfección sin lejía?
Muchas veces, sin tener en cuenta los posibles efectos contraproducentes, con la combinación de estos productos se busca reforzar el poder de limpieza. Una alternativa al uso de este tipo de productos puede ser los limpiadores desinfectantes sin lejía, que consiguen ambas acciones a la vez.
El Ministerio de Sanidad publica un listado de estos productos de uso doméstico que se puede consultar aquí y donde aparecen once productos de Sanytol, marca de referencia de desinfectantes sin lejía. Como en cualquier otro producto de limpieza es importante leer siempre la etiqueta y seguir las instrucciones de uso y recomendaciones, como dejarlos actuar entre cinco o diez minutos, para obtener la acción desinfectante y mantenerlos cerrados y fuera del alcance de los niños.