Ocho cambios gracias al ecodiseño
¿Sabías por qué los envases de pilas se dividen en varios elementos? ¿O por qué los yogures tienen los bordes redondeados? Es una cuestión de ecodiseño, una disciplina que se ocupa de mejorar los envases y hacerlos más sostenibles
Hasta el 80% del impacto ambiental de un producto se determina en su concepción, en su fase de diseño, según estima la fundación Ellen MacArthur. Es lo que sucede con los envases: lo hecho, hecho está. Por eso el ecodiseño, una disciplina que replantea sus cualidades esenciales –el peso, el material de fabricación o la potencial reciclabilidad, entre otros aspectos–, está cada vez más presente en las decisiones de fabricación. En España, en los últimos tres años, según el Plan Empresarial de Prevención de Ecoembes, se pusieron en marcha 10.401 medidas de ecodiseño para mejorar 5.800 millones de envases.
Algunas de estas medidas, como puede ser la composición de las tintas de impresión o el adelgazamiento milimétrico de un brik, son prácticamente imperceptibles. Otras, sin embargo, modifican el aspecto de los envases más cotidianos y saltan rápido a la vista. Sean más o menos visibles, estos cambios en los envases que nos acompañan reducen su impacto ambiental y los vuelven más sostenibles. Estos son algunos de los casos más notables.
Cierre adherido: el tapón que no se pierde
En la actualidad, cualquier envase de menos de tres litros que se comercialice en España tiene que contar con el llamado cierre adherido o tapón atado, esto es, con un tapón unido a la propia botella o brik. Un sistema –hay que girar el tapón en sentido contrario a las agujas del reloj para que se abra y queda sujeto al cuello de la botella– que es obligatorio en la Unión Europea desde julio de 2024, cuando se aprobó esta medida de ecodiseño como estándar de fabricación. ¿Por qué? Principalmente, explica Paula Baños, especialista del área de Innovación en TheCircularLab de Ecoembes, por dos motivos: “Por un lado, es una manera de reducir la posibilidad de que el tapón acabe abandonado en la naturaleza [es uno de los desechos más frecuentes en los espacios naturales]. Y, por otro, mejora el reciclaje de estos envases, ya que el tapón, al estar unido a la botella (que siempre van al cubo amarillo), no se pierde durante el proceso de selección de los residuos”.
Embalaje invisible para los packs de cervezas y refrescos
Las anillas de los packs de cervezas o refrescos –en su versión de plástico, uno de los residuos más mortíferos para la fauna marina– están cerca de desaparecer. Un número creciente de fabricantes está adoptando un nuevo sistema de embalaje invisible para comercializar sus lotes de seis unidades, en el que la unión entre las latas o botellas se produce mediante pequeños y casi imperceptibles puntos adhesivos de silicona. El método reduce hasta un 40% la huella de carbono del envase, según estiman actores del sector como la cervecera Estrella Galicia. “Es una medida de ecodiseño al alza, se está usando mucho”, estima Paula Baños. “Además, el nuevo adhesivo no entorpece el reciclado posterior de las latas”. Es decir, no hay necesidad de despegar el adhesivo al tirar la lata al cubo amarillo.
Sabías que…
Precisamente, el sector de alimentación, según Ecoembes, es el que más medidas de ecodiseño ha incorporado en los últimos años, con 5.133 entre 2021 y 2023. En segundo lugar se sitúa el sector del cuidado personal y el hogar, con 1.988 medidas.
Botellas de plástico más ligeras y plegables
Desde el cambio de siglo, los envases de plástico PET –una botella de agua, por ejemplo– se han aligerado un 19%, según datos de Ecoembes de este año. Cada año son más livianas y manejables. Un adelgazamiento que tiene un doble objetivo, explica Baños: “Por un lado, minimizamos el uso de plástico reduciendo el espesor de la botella, y por otro lado, optimizamos el peso del envase frente al peso del producto”. Por cierto, las estrías que suelen incorporar no son decorativas. Están pensadas para facilitar el plegado de la botella para que ocupen menos espacio en el cubo amarillo.
Sabías que…
La reducción del peso de los envases es uno de los objetivos que establece el Real Decreto 1055/2022, que busca impulsar la reducción, reutilización y reciclabilidad de los envases en España. La norma obliga a que los fabricantes, de aquí a 2025, aligeren el peso de los envases un 13% para 2025 e incorporen plástico reciclado en su composición. Para 2030, además, el decreto dicta que todos los envases deben ser 100% reciclables.
Yogures con base redondeada para aprovechar el contenido
Del cuadrado al círculo. Los yogures se diseñan hoy con los bordes redondeados, evitando esas esquinas de difícil acceso para la cuchara, lo que permite aprovechar el contenido del envase y que no queden restos de comida al depositarlos en el cubo amarillo. “Con esta medida reducimos el desperdicio alimentario”, detalla Baños, que incide en que estas formas sin aristas se están aplicando también a otro tipo de productos, como por ejemplo salsas, con el fin de que sea más sencillo verter el contenido al poner el bote boca abajo.
Hay un mayor interés de las empresas por innovar en esta materia. No se trata de una tendencia, sino de que cada vez existe mayor compromiso medioambiental por su parte, lo que se suma a una sociedad que demanda más este tipo de medidas y una regulación que también las impulsa”
Paula Baños Especialista del área de Innovación en TheCircularLab de Ecoembes
Plásticos sin tintes para que tengan más vidas
En productos como botes de champú o garrafas de detergente, los fabricantes de envases optan cada vez más por usar plásticos sin colorear o naturales en vez de tintados. La razón: estos plásticos sin colorear, que siempre van al cubo amarillo, se pueden reciclar en muchas más cosas que los materiales tintados. “El tintado de los envases es un aspecto muy importante en cuestión de reciclaje, sobre todo si hablamos de PET. Se recomienda aditivarlo lo menos posible. Y siempre se preferirá el material natural al coloreado”, profundiza Baños.
Sabías que…
Por tipo de empresas, el 62% de las que han aplicado medidas de ecodiseño en España son pymes.
Envases fácilmente divisibles
Existen envases que utilizan distintos materiales para ganar en funcionalidad. Y que permiten al usuario separar sus distintas partes con facilidad. “Esta ‘separación forzosa’ de los elementos fomenta el correcto reciclaje del envase”, señala Baños. Por ejemplo, una caja de pilas, en la que encontramos por un lado un blíster de plástico termosellado que encapsula las baterías, y por otro, una lámina de cartón que sujeta y permite colgar de los expositores el producto. El blíster de plástico va al cubo amarillo (como todos los envases de plástico, latas y briks) y la tapa de cartón al cubo azul (como todos los envases de papel y cartón).
Envases rellenables y reutilizables
El envase recargable es otra de las tendencias de ecodiseño que más se extienden. En cosmética, por ejemplo, comienza a ser cosa común que se empleen dos recipientes: uno fijo de vidrio, que se mantiene; y uno rellenable de plástico, que se tira al cubo amarillo cuando el producto se agota y se puede sustituir por una nueva recarga. “En este caso, el producto emplea dos recipientes diferentes para favorecer la reutilización del envase de vidrio”, subraya Baños. “Esta clase de envases rellenables son cada vez más habituales en el sector de la cosmética y la higiene personal”.
Latas de conserva con lámina de plástico
La tradicional tapa de hojalata de las latas de conserva ha dejado paso a una lámina de aluminio mucho más fina, y también más fácil de retirar, lo que puede evitar salpicaduras indeseadas. Un cambio que ha reducido un 17% el peso de estos envases, según Ecoembes. “Esta nueva lámina de aluminio es más ligera, emplea menos materia prima en su fabricación y, además, simplifica la apertura del envase sin renunciar a su funcionalidad”, sostiene Baños.
Sabías que…
Más de 2.100 profesionales de empresas envasadoras y distribuidoras se han formado en ecodiseño en TheCircularCampus, un campus de formación para empresas en materia de economía circular y envases impulsado por Ecoembes.