Consumo prohibirá las bebidas azucaradas en los comedores escolares
España es el sexto país europeo de la Organización Mundial de la Salud con más exceso de peso infantil y el séptimo con mayor obesidad
El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha anunciado este jueves que el Real Decreto para el fomento de una alimentación saludable y sostenible en centros educativos, en el que está trabajando junto a otros ministerios y que adelantó EL PAÍS en abril, prohibirá el consumo de bebidas azucaradas en las comidas de los alumnos. También instará a todos los colegios a ofrecer fruta y verdura cada día a los estudiantes. El objetivo es garantizar que todos los menores tengan acceso a alimentos saludables porque, como señala el estudio Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad (ALADINO), presentado esta mañana tras ser elaborado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, quienes pertenecen a familias de rentas bajas tienen mayor exceso de peso a causa de una dieta poco equilibrada.
Según el informe, que recoge datos del año 2023 en la población de entre 6 y 9 años, tras realizar mediciones directas del peso y la talla de 12.678 niños y cuestionarios a sus familias y centros educativos, solo un tercio de los hogares considera que la comida que se sirve en sus centros escolares es de calidad. Es una de las conclusiones más relevantes del informe, junto a los datos sobre el exceso de peso en la población infantil, que se ha reducido en un 4,5% a nivel general, registrándose así la mayor caída en la serie histórica, pero continúa afectando a más de un tercio del alumnado. Así, un 36,1% sufre exceso de peso.
Esta situación preocupa al ministro porque la obesidad se ceba con los hogares más vulnerables y afecta casi a la mitad de los menores que forman parte de las familias que ingresan menos de 18.000 euros anuales, frente al 29,2% registrado en los colegiales que viven en hogares con rentas superiores a los 30.000 euros. El descenso que registra España en el exceso de peso infantil es uno de los mayores logrados entre los estados europeos de la Organización Mundial de la Salud desde 2019.
Aun así, sigue siendo el sexto país con más exceso de peso y el séptimo con mayor obesidad. El descenso del 4,5% que registra España en el exceso de peso infantil, es uno de los mayores registrados entre los países europeos de la OMS desde 2019. Aun así, España sigue siendo el sexto país con más exceso de peso (era el tercero en 2019) y el séptimo en obesidad (cuarto en la edición anterior).
El sobrepeso aumenta de forma progresiva en los hogares con dificultades para llegar a fin de mes y cuando alguno de los progenitores no tiene trabajo remunerado. En estos casos, el alumnado consume menos frutas y verduras a diario que los estudiantes cuyas familias ingresan más de 30.000 euros. Representan un 36,4% frente a un 53,6% y un 19,2% frente a un 29,3%, respectivamente.
Además, son los menores pertenecientes a entornos más vulnerables los que desayunan con menos frecuencia algo más que una bebida diaria, un 61% frente a un 78%. Por el contrario, la población infantil cuyas familias cuentan con rentas inferiores multiplica por ocho el consumo de bebidas azucaradas, concretamente el 7,8% las bebe más de tres días a la semana frente al 0,9%.
Bustinduy ha manifestado que los centros escolares juegan un papel muy importante para asegurar que todo el alumnado tenga acceso a una dieta equilibrada y de calidad. “En una democracia y una economía avanzada como la española, la dieta y la salud de los niños y las niñas no puede depender del lugar donde se nace”, ha asegurado.
El ministro considera, además, que los comedores escolares son el lugar adecuado para intervenir porque, según los datos que ofrece el estudio ALADINO, el 49,5% del alumnado realiza la comida principal en el centro educativo de forma habitual y el 54% desayuna a diario en el propio colegio. La mayoría de las familias entienden que las escuelas facilitan que sus hijos gocen de una alimentación saludable, aunque el 32,5% cree que la comida que se ofrece en su centro educativo no es de calidad.
Uno de los objetivos del real decreto será trasladar a todos los comedores escolares los estándares fijados por la Organización Mundial de la Salud en lo que respecta a la alimentación infantil. Además de garantizar el consumo diario de frutas y verduras frescas y de evitar el consumo de bebidas azucaradas en las comidas, la norma también asegurará que todos los comedores escolares, independientemente de su titularidad, ofrezcan carne y pescado de calidad y aumenten la cantidad de legumbres y cereales en sus menús, con una clara apuesta por los circuitos cortos de producción y por los alimentos de cercanía para acceder así a productos más sostenibles y que fomenten las economías locales.
Pantallas y actividad física
El estudio ALADINO señala que los ingresos familiares también son un condicionante a la hora de adquirir hábitos y acceder a ciertas actividades. Por ejemplo, los niños que pertenecen a familias de menor renta hacen menos deporte que quienes forman parte de hogares con mayores ingresos, un 68,7% frente al 88,6%, lo que supone una diferencia de 20 puntos. Por otro lado, la exposición a pantallas es mayor en las familias más desfavorecidas. El porcentaje de menores que están dos o más horas al día con dispositivos electrónicos es casi el doble que en los domicilios con rentas superiores a 30.000 euros, lo que además de reducir la actividad física, los expone a más anuncios sobre alimentación no saludable.