Hacia una mejor generación con buena educación financiera
A muchos, la pandemia nos tomó económicamente con “los dedos en la puerta”, algo que a nuestros hijos no les debe suceder. Enseña a los niños la importancia de trabajar, ahorrar, invertir y emprender.
“Guarda dinero, por si acaso”, nos decían nuestros abuelos. “¿Tienes dinero para lo que se necesite?”, nos cuestionaban nuestros padres. La verdad es que nunca nos imaginamos que ese “Por si acaso” se convertiría en un virus con una de las crisis económicas más grandes de la historia a cuestas.
Quienes comprendieron estos consejos y lograron crear una base financiera sólida hoy miran con cierto alivio cómo sus ahorros e inversiones les brindan más posibilidades de salir del estancamiento económico. Los que tuvieron que aprender, a la mala la importancia de contar con un respaldo económico para épocas difíciles, saben que no les puede volver a pasar.
¿De qué lado te gustaría que estén tus hijos en el futuro? Manos a la obra, entonces. Estos son los pasos básicos para formar a una nueva generación que sí esté preparada para los desafíos económicos de sus tiempos.
1. Muéstrales lo bien que se siente ser productivo
Sí, el dinero no lo es todo en la vida pero nunca estorba y la satisfacción de ganárselo es algo que jamás le ha hecho daño a nadie.
Gratificar a los pequeños luego de que hayan realizado alguna actividad sencilla (como bañar al perro o ayudar a pintar la casa), les demuestra que el trabajo y la dedicación generan un valor que es recompensable con dinero.
Y lo más importante: esta es la gran oportunidad para brindarles una percepción positiva del trabajo (que no lo vean como una obligación que nos da flojera) porque si lo hacemos divertido, también les estamos transmitiendo que es posible encontrar su vocación, su actividad feliz en el mundo... y que además les paguen por realizarla.
2. Incúlcales el hábito del ahorro
Lograrlo será una de las mejores herencias que puedes dejarle a tus hijos. Enseñarles que pueden guardar parte de su dinero para lograr objetivos es un paso fundamental para que los niños se conviertan en personas financieramente responsables. Y, en principio, no necesitas grandes cosas para lograrlo: sólo requieres una alcancía y mucha constancia.
“Idealmente las metas deberían ser pequeñas al principio y alcanzables en lapsos cortos (de un domingo a otro, por ejemplo), precisamente para que los niños no se aburran o las vean difíciles de alcanzar… y conforme avancen pueden irse a objetivos más grandes, como un campamento o la ida a un determinado parque de atracciones”, recomienda en su página en internet Sofía Macías, autora del libro Tengo iniciativa, educación financiera y emprendimiento para niños, quien agrega que es importante que juntos, padres y ahorrador, visualicen las metas: si el pequeño quiere una bicicleta, ¿Por qué no dibujarla juntos?
3. Enséñales a organizar e invertir su dinero
Porque el fin último no debe ser únicamente juntar dinero para después gastarlo, ¿cierto? Este paso quizá pueda darle también alguna lección a más de un adulto.
Empieza por mostrarles cómo administrar su ahorro: cada vez que guarden o saquen dinero de su alcancía, registren juntos en una libreta los movimientos realizados con fecha. Así los niños comprenderán la importancia de saber a dónde se destinan los recursos que se tienen y cómo afecta esto para alcanzar sus propósitos.
Una vez que los pequeños entienden cómo funcionan los ahorros, puedes iniciar con las bases de otro concepto fundamental: las inversiones. Abrir una cuenta bancaria simple o invertir en CETES para niños son buenos ejercicios para enseñarles que su dinero puede crecer más rápido que si lo deja en su alcancía.
Tip: la aplicación AforeMóvil de Citibanamex te permite crear una subcuenta para que tus hijos comiencen a involucrarse en el mundo de las finanzas personales.
4. Anímense a emprender
No te espantes, no es necesario instruirlos sobre pasivos o activos, basta con hacer galletas, establecer precios, vendérselas a sus familiares y registrar ganancias para sembrar en nuestros hijos la semilla del emprendimiento.
El aprendizaje basado en juegos siempre ha sido una de las formas más efectivas de educación. Deja que los niños comprendan que el dinero no se da en los árboles y que ellos mismos pueden generarlo con trabajo y organización.
Permíteles que vivan desde muy jóvenes la experiencia de emprender, o como se lee en el blog de DeKids, una start-up que fomenta el espíritu emprendedor en los niños: “que aprendan a detectar una problemática, plantear una solución, desarrollar la capacidad de escuchar, empatizar y hablar en público, así como el hecho de cambiar el mindset del fracaso y aprender a verlo como parte del proceso para triunfar”.
Nuestra misión como padres no sólo es salir adelante en estos momentos complicados, también debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que nuestros niños no cometan los mismos errores financieros que nosotros.
Que una de las pocas cosas buenas que rescataremos de esta pandemia sea que formaremos una generación mejor que la nuestra, una que sí estará lista “para lo que se necesite”.
Siempre es buen momento para aprender y crear nuevas alternativas para salvaguardar la economía personal y familiar, si quieres aprender más de finanzas personales y otros temas relacionados puedes visitar el sitio de Educación Financiera Citibanamex.