Deudas buenas y malas: las tentaciones del fin de año
La época de consumo más importante se acerca, pero esta vez será diferente… Es momento de ser realistas y diferenciar las deudas que te harán más productivo de las que pueden meterte en problemas
Ahora que la crisis financiera mundial ha dado de lleno en la vida cotidiana, surgen situaciones que podrían hacernos tambalear, sobre todo si tomamos las decisiones incorrectas. ¡No lo permitas! Levanta la guardia, analiza el panorama y reconoce qué sí y qué no podrás hacer financieramente durante las próximas fiestas.
Ya sea que enfrentes una situación difícil en tus finanzas o no, el primer paso siempre debe ser organizar tu dinero. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomienda para esta época inestable crear un presupuesto de crisis donde debes contemplar sólo las necesidades básicas: vivienda, alimentación, servicios elementales (agua, internet, luz y gas) y transporte.
Este plan financiero doméstico debe considerar también los gastos periódicos que son inaplazables como las colegiaturas, seguros , verificación vehicular y algunos otros gastos variables que siempre pueden suceder (como las enfermedades).
Hecho esto, tendrás una muy buena perspectiva sobre el margen de maniobra que tienes para los últimos meses del año.
Ahora sí, las deudas
Antes de planear qué comprarás durante El Buen Fin y a cuántos meses sin intereses lo vas a sacar, debes saber que los expertos en finanzas personales, como la Condusef, señalan que existen dos tipos de deudas: las buenas y las malas, y lo que las hace diferentes es la forma en cómo las utilizas y qué tanto impactarán en tu presupuesto, lo cual a veces no es tan sencillo de identificar.
Te presentamos algunas situaciones en las que las deudas son tan tentadoras que podrían confundirnos. ¿Tú qué harías?:
“La agencia de autos ofrece un plan de pagos excepcional para el modelo que siempre he querido”.
Es cierto que adquirir un crédito automotriz suele ser más un gasto que una inversión, pues se trata de un bien que se devalúa considerablemente con el tiempo (un 30% con sólo salir de la agencia), pero si tienes la capacidad de pago y ese vehículo te hará más productivo, sin duda estamos hablando de una buena idea. Pensemos en un empresario: más vale tener el vehículo para hacer las entregas de sus productos que perder un buen contrato por no poseer el medio para movilizar la mercancía.
“Renovar la consola de videojuegos hará muy felices a los niños esta Navidad. ¡Y podemos pagarla hasta marzo de 2021!”.
Este caso es más fácil de valorar. Parte de las deudas malas son aquellas que sirven para adquirir bienes o servicios que en realidad no necesitamos, por inigualable que suene la promoción. “No es momento para lujos y derroche. La prudencia en el consumo es muy importante para no generar endeudamientos que excedan tu capacidad de pago”, recomienda la Condusef.
“Ropa, regalos, cena… a meses sin intereses”
En primer lugar, la cena no debe sustentarse en pagos a meses sin intereses porque lo que comerás en una sola noche lo tendrías que pagar seis o 12 meses después (muy mala idea pensar en la una cena de Navidad cuando todavía debes la anterior, ¿no te parece?) Lo ideal es que la ropa y los regalos tampoco se solventen a “tarjetazo”. Quizá una solución sea, en un momento económicamente complicado como este, dedicarle menos presupuesto que otros años.
Lo mejor es evitar endeudarse. Pero si a pesar de ello consideras que la tarjeta de crédito es una opción, procura usarla como se debe, esto es, sólo como un sustituto del efectivo y pagando el total del crédito cada mes para que no se convierta en un problema sistemático.
Los meses sin intereses con tu tarjeta de crédito pueden ser una buena herramienta, solo hay que saber utilizarlos de buena manera, no abusar de ellos y procurar usarlos para comprar bienes de consumo duraderos o de montos altos para evitar descapitalizarte.
“Me ofrecen un crédito para resolver las deudas de mis otros créditos…”
Esto es algo que verdaderamente tienes que evaluar y no tomar la decisión precipitadamente para no generar una enorme e imparable “bola de nieve”. Dicha estrategia de manejo de deuda debes utilizarla de manera inteligente: puedes considerar aceptar el crédito sí te ofrecen un Costo Anual Total (CAT) más bajo que el de tus deudas actuales.
“Y si tomo prestado algo de los ahorros para cambiar el refrigerador que está fallando”
Aprovechar las ofertas de fin de año para adquirir bienes duraderos (y necesarios) para el hogar (estufa, sala, colchón…) es una de las deudas buenas que más satisfacciones traerá a la familia. La cena de Navidad será todo un éxito cuando, ahora sí, todos quepan en el nuevo comedor.
¿O qué opinas de obtener un crédito para iniciar ese negocio que siempre has ideado? ¿O para adquirir un inmueble destinado a rentarse como oficinas o casa-habitación? Adquirir deuda, con todas sus implicaciones bien calculadas, para generar nuevos ingresos siempre es una opción a considerar.
En resumen: las deudas buenas son aquellas que te ayudarán a generar más dinero o a incrementar tu patrimonio o bienestar, mientras que las malas son aquellas que nos llevan a gastos innecesarios o que definitivamente no son sostenibles en el tiempo.
Las épocas de crisis son un gran momento para aprender a vivir con sobriedad, lo que no está peleado con la buena vida. Si nos endeudamos de manera inteligente tendremos más probabilidades de pasar felices fiestas e iniciar el 2021 con un panorama alentador.
Siempre es buen momento para aprender y crear nuevas alternativas para salvaguardar la economía personal y familiar, si quieres aprender más de finanzas personales y otros temas relacionados puedes visitar el sitio de Educación Financiera Citibanamex.