Los rectores estiman que 36.000 universitarios tienen trabas técnicas para seguir las clases o examinarse
El ministerio sostiene que confinados, los alumnos se enfrentan a más problemas pedagógicos y psicológicos que técnológicos
El 91% de los hogares españoles tiene conexión a Internet, un 93% en el caso de que haya un joven, por lo que el ministro Manuel Castells quita importancia a los impedimentos de conexión de los universitarios. “Los estudiantes tienen más problemas psicológicos y pedagógicos que técnicos”, afirma. Sin embargo, algunos de ellos no disponen de wifi, porque se alojaban en un colegio mayor donde había o porque ahora el poco din...
El 91% de los hogares españoles tiene conexión a Internet, un 93% en el caso de que haya un joven, por lo que el ministro Manuel Castells quita importancia a los impedimentos de conexión de los universitarios. “Los estudiantes tienen más problemas psicológicos y pedagógicos que técnicos”, afirma. Sin embargo, algunos de ellos no disponen de wifi, porque se alojaban en un colegio mayor donde había o porque ahora el poco dinero que entra en casa se va en pagar comida, agua y luz. Mientras que otros no tienen ordenador, lo comparten o la máquina está en unas condiciones tan nefastas que les resulta imposible seguir las videoconferencias o examinarse.
Las carencias en la conectividad preocupan mucho a los campus que, en estos días de pandemia, han recabado las incidencias en las 84 universidades —muy desiguales entre territorios y titularidad pública y privada— para trasladarlas al ministro. La conferencia de rectores (CRUE) estima que el 3% de los estudiantes, unos 36.000, tiene problemas técnicos para seguir las clases. Por lo pronto, casi todas las universidades están prestando computadores y ofreciendo wifi a sus alumnos desaventajados. Pero son conscientes de que puede haber un rebrote del virus y que en el nuevo curso se vuelva a la enseñanza virtual.
La Universidad Complutense (UCM), cuenta su vicerrectora de Estudiantes Rosa de la Fuente, ha hecho una primera entrega de 100 ordenadores en préstamo de sus bibliotecas y la semana que viene hará una segunda, tras abrir un buzón para solucionar problemas. Los delegados de clase están tratando de localizar a más estudiantes, porque están convencidos de que muchos no se han enterado de la ayuda. De la Fuente recuerda que en la última convocatoria la universidad becó a 970 personas y otras 1.700 se quedaron sin la ayuda pese a cumplir los requisitos. ¿Dónde están ahora?
La Complutense, la universidad presencial más grande de España, tiene unos problemas irrisorios si se compara con los campus gallegos, porque la brecha digital en algunas zonas es abismal. “Hemos hecho una encuesta entre los alumnos con una participación muy alta y en torno al 20% [3.200 estudiantes] tiene problemas de conectividad, les falla habitualmente", cuenta Julio Abalde, rector de A Coruña. Y prosigue: “Hay estudiantes que quieren volver a su piso en Coruña porque tienen mayor conectividad que en sus zonas de origen”. Viven en lo que se conocen como zonas en sombra.
“A los alumnos en lugares remotos les hemos aconsejado anulación de matrícula por fuerza mayor en este cuatrimestre porque queda un mes de clase y va a llegar tarde la solución”, cuenta con sinceridad la vicerrectora de la UCM. “Y tenemos problemas con gente que está fuera, en Marruecos por la conexión o en China por la censura”. La Rey Juan Carlos, que ha prestado 146 computadores, tiene también su último escollo en un alumno que está en Cuba.
En ocasiones la traba no es la ausencia de wifi sino su calidad, porque con la tarifa más barata —la asequible al bolsillo— no se puede seguir las clases. En Politécnica de Valencia, que está entregando tarjetas SIM de 100 gigas, un grupo de estudiantes de Informática voluntarios llama por teléfono a los alumnos que han indicado que tienen problemas telemáticos. Mientras que en la Autónoma de Madrid ha prestado 175 ordenadores y 25O conexiones a Internet.
En las universidades privadas impedimentos de medios no hay, pero a veces sí de conectividad. Por eso San Pablo-CEU recomienda a sus profesores que graben las clases para que los alumnos puedan conectarse en otro momento si se cae el sistema.
En Canarias, Extremadura, Andalucía o Castilla-La Mancha, donde los alumnos poseen un menor poder adquisitivo, el esfuerzo de sus universidades forzosamente va a ser mayor en el apoyo técnico y social. Un ejemplo es la Universidad de las Palmas de Gran Canarias, que ha puesto en marcha un “bono tecnológico” para 1.000 estudiantes con una aportación del cabildo de 150.000 euros.
Información sobre el coronavirus
- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia
- Así evoluciona la curva del coronavirus en España y en cada autonomía
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Guía de actuación ante la enfermedad
- En caso de tener síntomas, estos son los teléfonos que se han habilitado en cada comunidad
- Pinche aquí para suscribirse a la newsletter diaria sobre la pandemia