Juan María Urdangarin, padre del duque de Palma
El empresario se encontraba gravemente enfermo y había empeorado en los últimos días El duque lo visitó el martes durante unas horas
Juan María Urdangarin, padre del duque de Palma, falleció este jueves en Vitoria a los 79 años de edad. Ingeniero industrial, nacido en la localidad de Zumárraga (Guipuzkoa) y casado con la belga Claire Liebaert, era padre de siete hijos y prácticamente toda su vida había estado ligado al sector financiero alavés —fue presidente de la Caja Vital entre 1996 y 2000— y al de las empresas químicas, como consejero delegado de Fuchs. Dos vertientes de su vida profesional íntimamente vinculadas al PNV, partido mayoritario en aquella época en la provincia, Álava, y que le dieron una cierta proyección social.
Juan María Urdangarin, que tenía diez nietos, se encontraba gravemente enfermo en los últimos meses. La familia, que ya atravesaba un mal momento por la salud del padre, vio como empeoraba su estado al hacerse públicas las primeras informaciones relativas a los negocios del duque. A partir de ahí todo fue a peor: la salud del padre y la situación judicial del yerno del Rey, que ha acabado imputado por su implicación en el caso Nóos.
La Reina y la infanta Elena viajarán este viernes a Vitoria para dar el pésame y acompañar a la familia, según ha anunciado la Casa del Rey. La infanta Cristina está intentando llegar a Vitoria lo antes posible, seguramente con los hijos, por lo que todo apunta a que su marido, el duque de Palma, sigue en España.
Juan María estuvo relacionado buena parte de su vida a la industria química, trabajo que le llevó a residir en Barcelona hasta 1980. Ese mismo año se trasladó a Vitoria para entrar a formar parte de la ejecutiva de la firma como consejero delegado y se quedó fascinado por una pequeña urbe diseñada por el entonces alcalde, también del PNV, José Ángel Cuerda. El padre del duque de Palma fue elegido por ese partido, del que era militante, para liderar la Caja Vital en 1996, cargo que desempeñó hasta el año 2000 y que abandonó, precisamente, al no ver posibilidades reales de fusionarla con BBK y Kutxa. Una fusión que se ha hecho esperar once años más.
No repetir al frente de la entidad le costó más de un enfrentamiento con sus compañeros de partido, pero el directivo vasco, entonces con 67 años, afirmó: “Ya tengo otros problemas”.
Juan María, bajo cuyo mandato los beneficios de la entidad financiera habían crecido un 14%, guio a su hijo en los primeros pasos que dio en el mundo de los negocios. Consciente de que el bagaje profesional de Iñaki como deportista de élite necesitaba de una asistencia profesional, le ayudó con sus consejos, como también le acompañó durante casi toda su carrera deportiva. Urdangarin padre le escoltó hasta triunfar en el Barcelona y en la selección española de balonmano. Una unión que se ha mantenido hasta el último momento.
El pasado martes el duque de Palma voló desde Washington hasta Múnich y de allí a Bilbao, para trasladarse en coche hasta el domicilio familiar y visitar a su padre pese a sus problemas personales. Uno y otro eran conscientes de que podría ser la última vez que se vieran. El hijo mayor de la infanta Cristina y del duque de Palma se llama Juan en honor de los dos abuelos, el Rey y el fallecido.
Cuando Iñaki Urdangarin le expuso a su padre sus planes de contraer matrimonio con la infanta, este le animó a hacerlo, pese a sus raíces nacionalistas y a la nula relación de los Gobiernos vascos con la Casa Real. Urdangarin padre valoró las ventajas que el enlace traería a la vida personal de su hijo y a la familia por encima de las servidumbres que iba a generar. Desde entonces, su relación con la Casa Real ha sido exquisita. Tras conocerlos, siempre se refirió con palabras de amabilidad al Rey, a la Reina y al Príncipe de Asturias, pero con especial cariño hacia la reina Sofía y el príncipe Felipe, de quien dijo: “Es un chico encantador, muy sencillo”.
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