La nueva vacuna contra la malaria, mujeres que salvan selvas y otras noticias esperanzadoras para empezar 2024
La crisis humanitaria en Afganistán, los golpes de Estado en varios países de África o las guerras en Gaza, Ucrania y Sudán hicieron de 2023 un año muy aciago, pero también hubo historias iluminadoras
Más de 21.000 palestinos muertos en Gaza desde que el pasado 7 de octubre Hamás atacó Israel y el Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu respondió con una campaña diaria de bombardeos contra la Franja. La guerra en Ucrania se enquista y avanza de forma inexorable hacia su segundo aniversario. En Sudán, cerca de siete millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares después de que el pasado 15 de abril estallara la guerra entre el ejército regular y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido. En Afganistán, el terremoto en Herat de octubre y la llegada de los refugiados afganos de Pakistán agravaron más aún la situación de un país donde unos 15 millones de personas ya pasan hambre (de una población de unos 40 millones). Y hay muchos más ejemplos de lo nefasto que ha sido 2023: la sequía y la hambruna en Somalia, los golpes de Estado en Níger y Gabón, las inundaciones de Mozambique... De hecho, los dirigentes globales, reunidos en la Asamblea General de la ONU el pasado septiembre, constataron que en el mundo hay más hambre, más pobreza y que hace más calor como consecuencia del cambio climático.
Sin embargo, en mitad de este año aciago, hay historias que iluminan e inspiran. Esta es la selección de noticias positivas de 2023 que hace Planeta Futuro para comenzar 2024 con un enfoque esperanzador:
1. Nueva vacuna contra la malaria
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó en octubre una vacuna contra la malaria que abre la puerta a que todos los niños africanos que la necesiten puedan recibir la inmunización. Al menos 25 millones de niños nacen cada año en países del continente endémicos de esta enfermedad transmitida por un mosquito, y medio millón muere anualmente como consecuencia de ella. Desde octubre de 2021, existe una vacuna en cuatro dosis que puede reducir en un 75% la enfermedad sintomática, pero su proceso de producción limita actualmente a unos 18 millones las inyecciones anuales que se fabrican, lo que solo permite la pauta completa de 4,5 millones de menores. Sin embargo, la nueva inmunización que acaba de recomendar la OMS, la R21/Matrix-M, es de similar eficacia, pero más barata y abre la puerta a un futuro más optimista: será producida por el Serum Institute of India, el mayor fabricante de vacunas del mundo, que cuenta con una capacidad de crear 100 millones de dosis anuales, lo que permitirá acabar con el cuello de botella que impedía que la inmunización contra la malaria llegara a todos los niños en lugares donde pueden enfermar y morir como consecuencia de esta enfermedad.
2. Mujeres que rompen con los cánones que las someten
Una mujer migrante violada a la que no creyeron, pero que no paró de protestar hasta que la escucharon. Una joven que dirige una escuela para niñas en la clandestinidad bajo el yugo talibán. Una activista africana empeñada en hablar alto y claro sobre sexo y sobre todo del disfrute. Una chica que huyó de su padrastro en Bombay para no acabar casada a la fuerza y no verse obligada a dejar de estudiar. Una comercial chilena a la que su jefe le recomendó ponerse ropa ajustada y declaró la guerra a la violencia estética. Estas son las historias de cinco mujeres que se rebelaron contra los cánones sociales, religiosos, culturales o políticos establecidos. Son voces de países lejanos, pero su lucha es mucho más universal de lo que parece.
3. Siete innovaciones para salvar la vida de bebés y embarazadas
El diagnóstico rápido de la hemorragia posparto, una inyección de hierro intravenoso contra la anemia y un suplemento probiótico para bebés son tres de las siete innovaciones médicas o tratamientos, la mayoría de ellos fáciles de aplicar y de bajo coste, que podrían reducir significativamente la muerte de mujeres embarazadas y bebés, especialmente en el África subsahariana y el sur de Asia. Esta fue la conclusión del informe anual Goalkeepers 2023, publicado por la Fundación Bill y Melinda Gates el pasado septiembre. “Haciendo accesibles las nuevas innovaciones a quienes más las necesitan, podrían salvarse dos millones de vidas adicionales de aquí a 2030 y 6,4 millones de vidas de aquí a 2040″, estimaron.
4. La victoria de los siekopai
Una sentencia histórica en Ecuador devolvió el pasado noviembre a los siekopai la propiedad de su tierra ancestral, Pë'këya, en la frontera con Perú, donde este pueblo amazónico vivió durante siglos hasta que fue expulsado en 1941 por la guerra entre los dos países. La decisión judicial, que reconoce por primera vez a los pobladores originarios el derecho a la “posesión de un territorio declarado área protegida”, puede servir de precedente a otras comunidades indígenas que intentan recuperar el control de su tierra.
5. La descolonización del cine africano
Los cineastas africanos libran una batalla por la memoria gráfica del continente, tanto por la recontextualización del legado gráfico de las potencias coloniales como por el acceso a las películas posteriores a la independencia, que acabaron fuera de África. Alain Kassanda es uno de esos directores. Se propuso contar la historia de sus abuelos bajo el yugo colonizador en el Congo belga y quiso recopilar películas de la época. Las imágenes que encontró hablaban de cómo los belgas civilizaban a la población local, construían carreteras y escuelas, y del folclore negro. “Los congoleños aparecían siempre como fantasmas. Era propaganda racista en la que nunca se mostraba la perspectiva congoleña”, cuenta Kassanda. Para colmo, tuvo que pagar 25.000 euros para poder acceder a esos archivos gráficos repartidos por varias instituciones belgas. “Nos grabaron sin nuestro consentimiento y ahora tenemos que pagar por lo que nos robaron. La restitución pasa en primer lugar por tener acceso a esos archivos”, defiende.
6. Mujeres que salvan selvas
La activista camerunesa Cécile Bibiane Ndjebet ha dedicado su vida a defender el medio ambiente y los derechos de las mujeres a la posesión de la tierra. Por ello, cofundó dos organizaciones: la Cameroon Ecology (2001), con el objetivo de formar a mujeres para recuperar más de 1.000 hectáreas de bosque para 2030; y la Red de Mujeres Africanas para la Gestión Comunitaria de los Bosques en 2009. Su labor ha puesto en riesgo su vida y a la vez le ha reportado reconocimientos internacionales. Planeta Futuro la entrevistó en 2023, precisamente por el último de sus premios, el Gulbenkian para la Humanidad.
7. Un anillo que protege a las mujeres del sida
El reciente informe mundial sobre VIH estima que en 2022 hubo 1,3 millones de nuevas infecciones y que Sudáfrica sigue liderando la lista de nuevos contagios. Pero ahora el país cuenta con una nueva arma: acaba de recibir 16.000 anillos vaginales de dapivirina, el primer método tópico de prevención del VIH del mundo, recomendado en enero de 2021 por la Organización Mundial de la Salud como método adicional para las mujeres en riesgo considerable de infección. Aunque todavía se trata de un programa piloto, el alcance de este método de prevención puede crecer aún más, ya que la organización sin ánimo de lucro Population Council acaba de anunciar que una fábrica en Sudáfrica empezará a producir anillos, más baratos y al alcance de más personas.
8. La lucha contra la tuberculosis
Hasta la irrupción de la covid-19, la tuberculosis era la enfermedad infecciosa más mortífera en el mundo. Pero la guerra por erradicarla va ganando batallas. Una de ellas la libran la sudafricana Phumeza Tisile y la india Nandita Venkatesan, que han entrado en la lista TIME100 Next 2023 de “líderes emergentes de todo el mundo que están forjando el futuro y definiendo la próxima generación de liderazgo”. Las dos perdieron la audición por el duro tratamiento que se administraba hace una década contra la tuberculosis resistente a los antibióticos de primera línea. Y juntas, con apoyo de Médicos sin Fronteras, han torcido el brazo a la farmacéutica Johnson & Johnson, impugnando la extensión de su patente de la bedaquilina —uno de los fármacos del régimen recomendado actualmente para la tuberculosis multirresistente, menos tóxico que el anterior— para que la industria de genéricos de India pueda producirla y venderla a un precio más asequible. Aquí puede leer la entrevista con Phumeza Tisile:
Otra batalla se libra en Mozambique, que ha demostrado que se puede luchar contra la enfermedad con inteligencia artificial y con un enfoque comunitario en las prisiones hacinadas y en las minas, donde se disparan los contagios:
9. El mijo, un arma contra el hambre
El mundo cuenta con un arma para combatir el hambre y contrarrestar los estragos de la dependencia comercial, agudizados por la pandemia y la guerra en Ucrania: es el mijo, un cereal ancestral que crece en contextos en los que otros cereales no sobreviven, sin apenas agua, en suelos degradados, con temperaturas de hasta 60 °C y con pocos fertilizantes. Contiene fibras, vitaminas y antioxidantes. Es hipoglucémico y apto para celíacos. ¿Por qué no usamos entonces este súperalimento? Porque ha sido olvidado. Pero la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) quiere transformar esta realidad y la Asamblea General de la ONU declaró 2023 Año Internacional del Mijo. El objetivo de la ONU con esta iniciativa es ambicioso: impulsar el consumo de este cereal no solo en hogares de Nueva Delhi y Dakar, sino en los de Madrid y Nueva York, y para ello es necesario aumentar la producción y subrayar las virtudes de estos granos ante agricultores, consumidores y sobre todo gobiernos, para que pongan en práctica políticas que incentiven los cultivos.
10. La mujer que trasladó una escuela de Afganistán a Ruanda
La afgana Shabana Basij Rasikh se vistió en los noventa de niño para poder caminar por la calle junto a su hermana y asistir a una escuela secreta. Gran conocedor del poder de la educación en las niñas, fundó la School of Leadership in Afghanistan (Escuela de Liderazgo en Afganistán) para formar a jóvenes. Lo fundó en Kabul, pero logró trasladarlo a Ruanda en agosto de 2021, cuando los talibanes retomaron el poder en Afganistán, y ayudó a escapar hasta el país africano a “toda la comunidad” de su escuela, 256 personas, entre trabajadores, estudiantes y sus familias. Ahora continúa trayendo a decenas de chicas afganas hasta su centro en Ruanda y prepara un programa online para educar a las que no pueden asistir.
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