Llorar al padre, ver crecer el árbol
Diecisiete años después, Kin Martínez estaba terminando el duelo sin acabar por su padre muerto. Durante tres semanas, la oficina del productor musical, mánager y organizador de festivales fue la parcela del monte en el que plantó un árbol en su honor. Allí hacía llamadas, gestionaba y descansaba