Si todo fuera G
El Ángel galante engancha como grageas la generación gutural –de agraviados entre grietas— galvanizados por el generalizado gravamen… del confinamiento
Gracias al gremio, gana la graciosa garantía del gran galimatías: grita la garganta una sola gota granjeada, grano por grano, sin gresca ni garabatos gravitando gravemente desde Georgetown. Grumos de grosella gruesa graban gotas en gargantas y gargantillas, mientras el gato de Gorky gorjea como gorrión.
En el gorro de Glenn Gould, un gonorréico gandul grabó un gramófono germano y en la glándula gorda de la Gilda González, grafiti con grafismos georgianos. Gran gala de grandilocuencia y gozadera escribió Gil Gamés, garante del gremio y gravitó un gas sobre la gastronomía de aroma gasolinero.
Ingrávido, Gerardo Gómez garigoleaba con grafito el grandioso Góngora en versos guangos de una Guantanamera guerrera y a go-gó. Gerardo gongoraba sus gonsignas de gelatina, gastando gel en grumos, girando y girando entre girasoles germanos y geranios del Ganges… gran gathering grotesco de ganapanes y gandallas. ¡Goza, gocen, como gol de Garrincha! ¡Griten garnachas y granaderos! ¡Agrúpense, grillos y regurgiten la gris gastritis, la grasa gelatinosa del agraviado!
Golpes… gritos y por ende, gendarmes. Guardaron a Gustavo en Guadalajara y a Gerardo lo grabaron en Gerona; Guadalupe guardó gemas en el Geriátrico de Guayabitos, gozando de gula, agarrada a la guasa de una garantía generalizada: los gerentes gimen para la gente en general, generando una gracia y en las gráficas gotearán gratificaciones.
Golpeado, Gonzalo gemía y gemía en la gélida granja del General Gerónimo Gorostiza de Guanajuato, sin ganar ni granjear un solo gramo de gratitud del gastado gusto del generalísimo, gangrenado y gangsteril, goloso gandul guanajuatense dizque guerrero ganador de la gesta. Un grupo de gárgolas de granito guardan la garita gigantesca donde gravitan los gritos y giran grillos entre gallinas y gallos y el Ángel galante engancha como grageas la generación gutural –de agraviados entre grietas— galvanizados por el generalizado gravamen… del confinamiento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.